Si echas un vistazo al aspecto de NGC 2264 entenderás por qué se ha hecho famoso y el motivo por el que se le ha dado el nombre de ‘Cúmulo del árbol de Navidad’. Se trata de una agrupación de estrellas situada a ‘solo’ unos 2.500 años luz de la Tierra en la Vía Láctea.
Una de sus particularidades es que las estrellas que contiene son muy, muy jóvenes: tienen entre uno y cinco millones de años. Nuestro Sol tiene unos 5.000 millones de años. Aunque ya conocíamos este fenómeno espacial, la NASA ha revelado este año nuevas imágenes de NGC 2264.
Esta formación estelar emite intensas radiaciones de rayos X debido a su alta actividad magnética. En la imagen capturada por el Observatorio de Rayos X Chandra de la NASA, las estrellas aparecen como luces azules y blancas brillantes, mientras que las nubes de gas circundantes emiten un resplandor verde, creando una apariencia similar a un árbol de Navidad decorado.
El 'Cúmulo del árbol de Navidad' de la NASA
Como decimos, NGC 2264 es un cúmulo de estrellas jóvenes de entre uno y cinco millones de años. Todas son diferentes: algunas tienen menos de una décima parte de la masa del Sol y otras alcanzan hasta unas siete masas solares.
Para conseguir este efecto navideño, los datos de los rayos X de Chandra se han combinado con datos ópticos capturados por el astrofotógrafo Michael Clow desde su telescopio en Arizona el pasado mes de noviembre.
De esta forma, el ‘Cúmulo del árbol de Navidad’ muestra no solo las estrellas en sí, que serían las ‘luces’ captadas por Chandra, sino también las nubes de gas que hay entre ellas.
La corona navideña de la Pequeña Nube de Magallanes
La NASA también ha publicado una segunda imagen festiva para la temporada navideña. En ella se ve a NGC 602, un cúmulo estelar en el borde de la Pequeña Nube de Magallanes —una de las galaxias más cercanas a la Vía Láctea—, que parece una corona iluminada por luces navideñas.
Estas imágenes combinan rayos X de Chandra y datos infrarrojos del telescopio James Webb (JWST). La estructura oscura en forma de anillo que se ve en los datos de JWST está formada por densas nubes de polvo. Los rayos X de Chandra muestran estrellas jóvenes y masivas que iluminan las nubes de polvo y envían luz de alta energía al espacio interestelar.
“Estos rayos X son alimentados por vientos que fluyen desde las estrellas jóvenes y masivas que se encuentran esparcidas por todo el cúmulo”, señalan en la web de Chandra.
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