El Secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, se ha reunido en Tel Aviv con el presidente israelí, Isaac Herzog, y lo hará también con el primer ministro, Benjamín Netanyahu, el ministro de Defensa, Yoav Gallant, y otros funcionarios israelíes. El objetivo de esta visita es tratar de enfilar las negociaciones para un alto el fuego en Gaza, después de dos días de conversaciones en Doha para afinar los detalles del acuerdo.
Esta es su novena visita desde los ataques producidos el 7 de octubre, que dieron inicio a una guerra que ha dejado 40.000 muertos y 92.000 heridos, según indican las autoridades sanitarias gazatíes.
Blinken, en la reunión con el presidente israelí en la capital, dijo que la última propuesta para un alto el fuego entre Israel y Hamás es "la mejor" y, posiblemente, será "la última oportunidad" para rescatar al centenar de rehenes israelíes que aún permanecen en la Franja de Gaza y devolverlos a casa.
EEUU quiere un pacto cuanto antes
El máximo responsable de la diplomacia de EEUU dejó claro que su país quiere que haya un pacto cuanto antes, y destacó el despliegue de fuerzas estadounidenses en Israel para tratar de disuadir a Irán, lo que podría poner en riesgo las negociaciones: "Estamos muy preocupados por la posibilidad de que haya ataques desde Irán".
El presidente israelí, por su parte, agradeció a EEUU su apoyo y reconoció los esfuerzos de Egipto y Catar, los otros países mediadores, para lograr un acuerdo que permita liberar a los rehenes: "No hay mayor objetivo humanitario, ni mayor causa humanitaria que traer de vuelta a los rehenes", aseguró Herzog.
A pesar del impulso negociador, continúa la ofensiva israelí en Gaza. Este domingo, las tropas extendieron sus operaciones en zonas de Jan Yunis (sur) y, por primera vez, en la localidad de Deir al Balah (centro), donde miles de gazatíes se refugian desde que comenzó la ofensiva contra Rafah, la localidad más al sur de Gaza.
Los supervivientes se hacinan en un puñado de "zonas humanitarias" sin acceso al agua corriente o electricidad, y bajo la presión constante de los bombardeos israelíes.
