Venezuela, otro motivo de división en la UE en busca de la manera para desgastar al chavismo

Venezuela también es un asunto divisivo en la UE: no tanto en el diagnóstico, pero sí en las soluciones que se deberían de abordar para tratar de resolver la crisis agudizada tras las últimas elecciones. El Parlamento Europeo vota debate este martes una resolución que trata de recoger todas las posiciones de los grupos políticos y a la vez evidencia que hay acuerdo en el fondo pero no en la forma. Y eso, al fin y al cabo, es una muestra de división: todos quieren desgastar al chavismo, pero no saben muy bien cómo.

Pero la realidad es que la tensión está en máximos, sobre todo en el caso de España. Las complicadas relaciones diplomáticas entre los países escalaron este fin de semana a un nuevo nivel hasta ahora inaudito con la detención de dos españoles por parte del régimen de Nicolás Maduro, que les ha acusado de tener "vínculos" con el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) de España, así como de estar implicados en una supuesta operación para llevar a cabo actos "terroristas", entre ellos asesinar a Maduro.

Las duras acusaciones, negadas tajantemente por el Gobierno español, no han hecho sino empeorar la debilitada relación que había entre ambos países, y que se agravó en los últimos días a raíz de las declaraciones de la ministra de Defensa, Margarita Robles, en las que calificó de "dictadura" al Gobierno venezolano y provocó que Venezuela convocara al embajador español en Caracas y llamara a consultas a su representante en Madrid. También habló de "régimen dictatorial" el Alto Representante de la UE, Josep Borrell. Desde Caracas el régimen avisó a Madrid de que podría valorar la ruptura de relaciones.

De cara a lo que pase esta semana en la Eurocámara, se pueden distinguir tres grandes posiciones (dos y media si se quiere ser más informal). La primera, la del Partido Popular Europeo, se basa en un pilar fundamental: el reconocimiento por parte de la UE de González como presidente legítimo de Venezuela. Se erigen como el grupo que mejor defiende los intereses del país para hacer frente al régimen de Maduro, y esperan que el resto de familias políticas "estén a la altura". El PP español de hecho quiere ser el motor en esa posición.

Los populares aspiran, asimismo, a ser el principal respaldo del papel de González en su tarea de convencer a los países de la UE. "Es un poco la posición de defensa de los venezolanos que siempre hemos tenido", se limitan a comentar fuentes consultadas por 20minutos que, no obstante, quieren esperar a conocer el resultado de la resolución, que se conocerá el jueves. La labor ahora de líder opositor, una vez asentado en España, pasa por mantener contactos a nivel internacional que permitan desgastar al régimen chavista.

En algunos Estados miembros, eso sí, existe todavía el recelo por lo que pasó hace unos años con Juan Guaidó, al que se reconoció como presidente legítimo pero esto no sirvió para nada a nivel práctico. De hecho, esa fue la excusa que puso el PSOE para no apoyar el reconocimiento en el Congreso (que sí salió adelante con los votos de PP, Vox y PNV, entre otros). El grupo socialdemócrata (S&D), en ese escenario, es algo más quirúrgico. Pide que se ponga el foco en "la unidad europea", sin hablar de reconocimiento. Al menos de momento hasta ver cómo acaban de gestionar los 27 el tema. Tiene margen: el plazo figurado acabaría en enero, cuando está previsto, si nada cambia, que empiece un nuevo mandato de Maduro.

Los liberales (Renew Europe), por su parte, caminan en un tono similar a los populares, pero la clave está en su peso en el recién estrenado Parlamento Europeo para la nueva legislatura. No son un grupo que pueda actuar por sí mismo, pero sus votos serán decisivos en casi todas las medidas, sobre todo pensando en mantener una mayoría proeuropea que incluya también a los Verdes. En el caso de Venezuela se apoyan en que el propio Josep Borrell, da por buena la publicación de actas por parte de la oposición. Eso sí, queda en el tejado de los Estados miembros un 'abrazo' a González.

Entonces, ¿qué pasa en los países? Hay cuestiones de interés y de ideología. Hay un consenso claro en la necesidad de resolver los problemas, pero España está más en la primera línea que otros Estados miembros. Es el país que, además, ha asilado a Edmundo González y el que, a través de sus partidos políticos, quiere poner el asunto en el foco principal para la Unión Europea. El gran ejemplo de esto es que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, recibió este jueves en Moncloa a González. "España sigue trabajando en favor de la democracia, el diálogo y los derechos fundamentales del pueblo hermano de Venezuela", sostuvo el presidente del Gobierno en redes sociales, horas después de afear la posición del PP en este tema.

El presidente sostuvo que España ha tenido "un gesto de compromiso civil" con el opositor, pero llama a que la decisión definitiva sobre el reconocimiento se tome a nivel de la UE "para que esa unidad nos permita tener margen de mediación de aquí a finales de año, para que podamos encontrar una salida que vehicule la voluntad democrática expresada en las urnas por el pueblo venezolano".

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