Las autoridades autónomas kurdas han izado este jueves en la región que controlan desde hace años, en el noreste de Siria, la nueva bandera del país tras la caída del régimen de Bachar al Asad a causa de la ofensiva lanzada por rebeldes, encabezados por los yihadistas de Hayat Tahrir al Sham (HTS). Esta histórica medida es un mensaje al nuevo gobierno islamista de transición, al que esta semana han asegurado que estarían dispuestos a participar en el proceso siempre que se plantee la creación de un Estado federal y se les respete.
La Administración Autónoma del Norte y Este de Siria (AANES) ha señalado en un mensaje en redes sociales que ha adoptado esta decisión "con motivo de la victoria de la voluntad de los sirios y el derrocamiento del régimen opresor". Así, ha subrayado que "el Consejo Democrático de los Pueblos ha decidido izar la bandera de la independencia en todas las instituciones de la AANES, afirmando la unidad y la identidad nacional de Siria".
Pese al intento de acercamiento con las nuevas autoridades, las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), brazo armado de la AANES, hacen frente desde hace días a una ofensiva lanzada por rebeldes apoyados por Turquía, principal aliado rebelde y que mantiene una pugna histórica con el pueblo turco.
De hecho, hace apenas dos días el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, aseguró que "no permitiría que Siria quede dividida otra vez" y que "aplastará cuanto antes" a los "grupos terroristas", entre los que incluyó no solo a grupos como Estado Islámico, sino también a las fuerzas kurdas. Este jueves el Gobierno turco ha reconocido estar ya adoptando "medidas preventivas y destructivas". El portavoz del Ministerio de Defensa turco, Zeki Akturk, ha manifestado en rueda de prensa que estos grupos "suponen una amenaza para la seguridad de Turquía, de Siria y de la región" e "intentan ganar terreno aprovechando la situación".
Mientras tanto, en el resto del país a la incertidumbre política se le suma el empeoramiento de la situación alimentaria. El Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha anunciado un refuerzo de sus programas en Siria para tratar de ayudar a la población. Por ello, ha reclamado ayuda internacional para un país en el que ya a principios de año 12,9 millones de personas padecían inseguridad alimentaria. De ellas, unos tres millones se encuentran una situación especialmente grave.
Pese a ello, en los últimos meses la asistencia humanitaria ha descendido "significativamente" por la falta de fondos. El PMA reclama más de 238 millones de euros para atender a 2,8 millones de personas, parte de ellas desplazadas por la violencia. "Las necesidades humanitarias están creciendo (...), empeorando una situación de seguridad alimentaria que ya era difícil", ha advertido la agencia de la ONU, que ha incrementado sus operaciones desde que empezó la ofensiva rebelde hace dos semanas.
Israel continúa con sus ataques a Damasco
A todo ello hay que añadir los bombardeos y el avance terrestre del Ejército israelí de los últimos días. Aviones de combate israelíes han bombardeado este jueves los alrededores de Damasco. "Bombardeos israelíes tienen como objetivo los alrededores de Damasco, mientras que la aviación de guerra está sobrevolando los cielos de la capital", dijo la televisión siria.
Por su parte, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos ha informado de los bombardeos contra el aeropuerto de helicópteros de Aqraba, al suroeste de Damasco, donde se produjeron "violentas explosiones". Hasta el momento se desconoce si los ataques aéreos han provocado víctimas mortales, de acuerdo con la ONG, con sede en el Reino Unido y una amplia red de colaboradores en el terreno, que recordó que Israel ha efectuado más de 350 bombardeos en 13 provincias de Siria desde el derrocamiento de Al Asad el pasado día 8.
El Ejército israelí dijo este martes que está atacando "la mayoría de los arsenales de armas estratégicas en Siria, impidiendo que cayeran en manos de elementos terroristas". Estos ataques, que las Fuerzas Armadas israelíes confirmaron que fueron más de 350, han tenido como objetivo buques de guerra sirios, depósitos de armas, baterías antiaéreas, aeropuertos militares y "decenas de sitios de producción de armas en Damasco, Homs, Tartús, Latakia y Palmira".
En paralelo, el Observatorio denunció que Israel ha ocupado unos 300 kilómetros cuadrados del territorio sirio adyacente a los Altos del Golán desde la caída de Al Asad. Israel ha admitido haber desplegado tropas en la zona desmilitarizada, pero afirmó que sus medidas en la frontera con Siria son "limitadas y temporales" y tienen como objetivo proteger la seguridad de su población.