Era el vaticinio de algunos expertos finalmente se ha cumplido: la probabilidad de impacto con la Tierra del asteroide 2024 YR4 ha caído al 0,0050% en datos de la NASA, un 0,0016% según la Agencia Espacial Europea (ESA). Es más, la roca intergaláctica ya no supone una amenaza que tenga que ser vigilada, ya que el riesgo en la escala de Turín, lo que hizo que la ONU activara por primera vez el Protocolo de Seguridad Planetaria, ha llegado a cero.
Aunque parece que el bólido se seguirá vigilando. Según adelanta este lunes El País, el mayor telescopio espacial del mundo, el James Webb de la NASA, seguirá adelante con el plan de observar más detalladamente el asteroide cuando ya no pueda ser visto con los telescopios desde la Tierra.
El asteroide 2024 YR4 fue descubierto el pasado 27 de diciembre de 2024 en el telescopio ATLAS (Asteroid Terrestrial-impact Last Alert System) en Río Hurtado, Chile y desde ese momento llamó la atención de los expertos. Poco después de su descubrimiento, los sistemas automáticos de alerta de asteroides determinaron que el objeto tenía posibilidades de impactar con la Tierra el 22 de diciembre de 2032.
Según los datos facilitados este mismo lunes por la NASA, se estima que la roca tiene alrededor de 57,35 metros de diámetro, un tamaño relativamente pequeño, y que viaja por el espacio a 13,32 kilómetros por segundo. En el caso de que finalmente impactara contra el planeta lo haría a 17,27 kilómetros por segundo.
Según relataba hace unos días a 20minutos el astrofísico del Instituto de Astrofísica de Andalucía José María Madiedo, "al principio, conforme se van haciendo nuevas observaciones, hay una tendencia a que la probabilidad aumente, pero si se sigue estudiando durante un tiempo más largo, cambia a la baja. De hecho, en todos los objetos que se han detectado hasta ahora, esa probabilidad ha ido tan a la baja que finalmente se han desestimado los riesgos de impacto.
El experto también alertó de que, en caso de impacto con la Tierra, se produciría una devastación a nivel local, es decir, el asteroide, compuesto fundamentalmente por silicatos de hierro y magnesio, acabaría con una superficie similar a la de la isla de Gran Canaria. Aunque parece que finalmente el bólido pasará de largo. Habrá que esperar a las próximas mediciones para conocer con seguridad el destino de 2024 YR4.