La empresa alemana Helsing revela que la producción de su dron kamikaze HX-2, del que espera enviar miles de unidades a Ucrania, está en marcha. Este vehículo aéreo no tripulado está controlado por una inteligencia artificial (IA), neutraliza los cortes de comunicación con satélites o controladores humanos, es capaz de finalizar su misión de forma autónoma y puede eliminar blancos por su cuenta.
La compañía afirma en un comunicado que "HX-2 es un misil de precisión de propulsión eléctrica con un alcance de hasta 100 kilómetros", además, "su IA avanzada permite una guerra electrónica completa y resistente a interferencias, capacidades desarrolladas y probadas a través de la amplia experiencia de Helsing en Ucrania".
Respecto a sus características, HX-2 tiene una configuración de alas en forma de X, pesa doce kilos, posee cuatro rotores alimentados por electricidad que alcanzan una velocidad máxima de 220 kilómetros por hora, equipa múltiples sensores que incluyen cámaras electroópticas e infrarrojas para detectar objetivos de forma precisa, incorpora un sistema de navegación avanzado para mantener el curso en ausencia de señales GPS, y dispone de una capacidad de comunicación en red que facilita la coordinación otros drones. Además, se carga con ojivas multiuso —incluyendo municiones especializadas contra estructuras y cargas antiblindaje— e integra sistemas de carga modular que se adaptan a cada tipo de misión.
El conjunto de todos estos rasgos hace que el dron HX-2 opere, sin problemas, en entornos donde las contramedidas electrónicas son frecuentes. Asimismo, Helsing agrega que "la IA integrada asegura que el HX-2 sea inmune a las contramedidas electrónicas gracias a su capacidad para buscar, identificar y atacar objetivos incluso sin una conexión de datos continua".
Por otro lado, el software de HX-2 se puede actualizar de manera remota para adaptarse a nuevas amenazas y tácticas, teniendo en cuenta que "está diseñado desde cero para ser un dron basado en software, de producción en masa y con capacidad de enjambre".
Niklas Köhler, cofundador de Helsing, afirma en el mismo comunicado que, "con HX-2, estamos creando una nueva categoría de efectores inteligentes que combina masa, autonomía y precisión. Los HX-2 individuales pueden atacar de forma fiable objetivos blindados en entornos muy disputados. Cuando se despliegan a lo largo de las fronteras a gran escala, el HX-2 puede servir como un poderoso escudo antiinvasión contra las fuerzas terrestres enemigas".
Mientras tanto, Gundbert Scherf, cofundador de Helsing, agrega que "la OTAN necesita urgentemente tecnología para proteger la integridad del flanco oriental. En Helsing, hemos invertido para desarrollar esta capacidad y dar a la OTAN una ventaja a través de la precisión de la masa. El HX-2 proporciona autonomía a través de software e inteligencia artificial, al tiempo que conserva el control y la supervisión humanos totales. La guerra electrónica había amenazado con erosionar la capacidad de actuar, y estamos devolviendo esta capacidad a los operadores".