A pesar de que cada vez es más común almacenar los archivos, videos, y fotos en servicio de almacenamiento en la nube como Apple iCloud o Google Drive, sigue habiendo usuarios que prefieren el método tradicional y guardar todo en memorias externas como discos duros o pen-drive.
A pesar de que hay discos duros de diferentes precios y capacidades, muchas personas optan por adquirirlos de segunda mano para ahorrarse unos euros, pero el problema es que esto pueden ser un engaño.
Cuidado con los discos duros baratos o de segunda mano: pueden ser una estafa
Los altos precios de estos productos invitan a muchos estafadores a intentar engañar a los internautas con ofertas muy suculentas y en este mercado los delincuentes utilizan métodos cada vez más trabajados para lograr sus objetivos. Normalmente, lo que ocurre es que cuando el comprador adquiere uno de estos productos suele recibir algo lejano a lo acordado, aunque a veces no esta a simple vista.
Uno de los casos que relatan desde Yahoo Finanzas es que un usuario ha estado utilizando durante tres años un disco duro mecánico externo, supuestamente de 1TB, el cual se ubica dentro de una caja y se conecta mediante un cable USB. Cuenta que de repente un día el dispositivo dejo de funcionar y al abrirlo para ver y solucionar el problema se encontró con la cruda realidad.
Para simular que funcionaba, el estafador había incluido un pequeño chip de memoria flash conectado a una interfaz USB mediante unos cables para que al conectarlo a cualquier ordenador se identificase como un disco duro externo normal. Pero si hablamos de su capacidad, tampoco tenía la prometida, pues su chip estaba alterado para simular que albergaba 1TB.
Además, también le añadió una pieza metálica pegada con materiales aislantes para aumentar su peso. Lo que más sorprende es que el usuario nunca se dio cuenta ni noto una menor capacidad ni la ausencia de sonidos característicos de un disco duro mecánico externo. Esto llama mucho la atención porque este dispositivo estaba operando con un rendimiento similar al de una tarjeta SD de baja gama. En definitiva, no es oro todo lo que reluce.
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