De perder a elogiar a su rival. De la frustración a la deportividad. De romper la raqueta a ponerse a 'hablar' con el trofeo. Aryna Sabalenka pasó de ceder el trono de Australia a Madison Keys, que jugó un tenis espectacular para imponerse en la final (3-6/6-2/5-7), a aceptar la derrota y prometer volver el año que viene más fuerte que nunca.
La jugadora bielorrusa, que llegaba a Melbourne como vigente campeona tras coronarse en las dos últimas ediciones del torneo, no pudo contener su enfado tras caer en el partido por el título: después de felicitar en la red a su rival, se acercó al banquillo y estrelló su raqueta contra el suelo hasta destrozarla, antes de sentarse con una toalla cubriendo su rostro y romper a llorar.
Una vez terminó de desahogarse, y ya liberada de toda tensión, la número 1 del mundo subió al escenario para participar en la ceremonia de entrega de trofeos y dejó un divertido momento: se acercó al Daphne Akhurst Memorial Cup y posó junto a él, haciendo reír al público. "Espero verte el año que viene", le dijo a la copa para rematar la broma.
"Primero, quiero felicitar a Madison. Qué torneo. Has luchado mucho para conseguir este trofeo, has jugado un tenis increíble, te has salido esta noche. Felicidades a ti y a tu equipo, muy merecido. Disfruta, disfruta de las celebraciones y de la parte divertida", continuó Sabalenka, poniendo en valor el gran nivel de su rival.
La seriedad de la Tigresa solo permaneció unos pocos segundos más, mientras agradecía a "todos los que hacen posible este torneo" por hacerla sentir "siempre como en casa" y prometía "volver más fuerte y dar lo mejor" de sí misma en 2026, y se esfumó cuando llegó el turno de hablar de su equipo.
"Como siempre, es vuestra culpa, chicos. No quiero veros la próxima semana, de verdad, os odio. Gracias por todo lo que hacéis por mí y bla, bla, bla", siguió bromeando la bielorrusa. "Creo que lo hemos hecho lo mejor que hemos podido, pero Madison estaba jugando increíble y no he podido hacer mucho. Espero el año que viene regresar y jugar mejor. Os quiero, aunque hayamos perdido", concluyó, dejando el escenario con una gran sonrisa y con la ovación del público.
