El actor estadounidense de origen colombiano John Leguizamo ha generado polémica por criticar en las redes sociales que la actriz española Karla Sofía Gascón haya sido elegida para interpretar el papel de Emilia Pérez en la película nominada a los Óscar que narra la vida de la narco transexual mexicana.
A su parecer, ese papel debería de estar reservado para una actriz latinoamericana y lo ha expresado de forma muy vehemente en su cuenta de Instagram, afirmando que "los españoles no son latinos" y sin escatimar críticas al colonialismo español: "¡No somos de la misma cultura, etnia o raza! ¡Los latinos son en su mayoría una mezcla de indígenas y afrolatinos! ¡Solo compartimos idioma con España! ¡Dejen de elegir a europeos para los papeles que tanto nos costó conseguir! ¡España colonizó y destruyó nuestros imperios y robó nuestra riqueza! ¡No tengo rencor, pero no necesito ser reemplazado por ellos!".
Las palabras de Leguizamo, que reside en EEUU desde que tenía 4 años, pueden sorprender a más de uno, pero no es la primera vez que un artista español recibe críticas por este motivo. La mismísima Rosalía lo experimentó cuando ganó los MTV Video Music Awards en 2019, en la categoría de Mejor Video Latino. Entonces, recibió críticas de periodistas de origen latino como Norberto Briceño, miembro de la plataforma política Voto Latino de EEUU: "Rosalía es de España. Ella no es latina. Ella es europea. Los blancos deben reconocer esto públicamente y de manera consistente". Y antes de que la cantante catalana triunfara en los escenarios, Enrique Iglesias ya tuvo que lidiar con el sambenito de ser un falso latino.
Pero guste o no a los latinoamericanos, lo cierto es que la prensa estadounidense acostumbra a meter a los españoles en el mismo saco. Es más, en España sorprendió que Antonio Banderas fuera catalogado como "actor de color" por la revista Vanity Fair cuando el malagueño fue nominado a los Óscar en 2020 por Dolor y gloria. Y aún más inesperado fue que The New York Times no considerara como blanco, sino como "hispano", al empresario español Pablo Isla en un artículo de ese mismo año en el que analizaba el origen racial de las personas más poderosas de EEUU (por aquel entonces Isla era presidente de Inditex).
"En Estados Unidos hay dos denominaciones para las personas latinoamericanas. La oficial es hispano y es la que se suele utilizar en los documentos oficiales, aunque en el habla popular se utiliza mucho más latino. En cualquier caso, los españoles estamos dentro de ambas clasificaciones", explica Alejandro Macarrón, coordinador del Observatorio Demográfico CEU-CEFAS. "Curiosamente, los brasileños también entran en la clasificación de hispano, aunque no los portugueses", añade.
"Tuve la opción de elegir entre hispano o caucásico"
Macarrón, que trabajó y residió en EEUU, asegura que la Oficina del Censo norteamericana (USCB) utiliza esa catalogación en los estudios que realiza: "Cuando viví en EEUU, participé en un censo y recuerdo que tuve la opción de declararme como hispano o como caucásico, así que en realidad era algo voluntario. Es decir, el censo preguntaba a la gente cómo se autopercibía ella misma".
"La cosa es que el hecho de declararte como hispano podía permitirte acceder a determinadas ventajas porque esa catalogación estaba asociada a las políticas de cuotas para minorías, aunque ahora con Donald Trump seguramente se acabarán los privilegios", dice.
En cualquier caso, hasta el año pasado la Oficina del Censo de EEUU diferenciaba entre 'raza' y 'etnia', por lo que una persona podía considerarse a la vez de etnia hispana y raza blanca. Una de las preguntas que efectuaba era la siguiente: ¿Tiene origen hispano, español o latino? Y permitía las siguientes respuestas:
- No, no tengo origen hispano, español o latino.
- Sí, mexicano, mexicoamericano, chicano.
- Sí, puertorriqueño.
- Sí, cubano.
- Sí, otro origen hispano, latino o español. Por ejemplo, argentino, colombiano, dominicano, nicaragüense, español… [Espacio en blanco para escribir cuál]
Además, preguntaba explícitamente por la raza, permitiendo un amplio abanico de hasta 14 respuestas posibles. Desde el año pasado, sin embargo, y quizás para simplificar el follón étnico-racial del país, la Oficina del Censo ha unificado ambas preguntas en una sola y ha revisado sus definiciones, que quedan de la siguiente manera:
- Blanco: Personas con orígenes en cualquiera de los pueblos originarios de Europa, incluidos, por ejemplo, ingleses, alemanes, irlandeses, italianos, polacos y escoceses.
- Hispano o latino: Incluye a personas de origen o cultura mexicana, puertorriqueña, salvadoreña, cubana, dominicana, guatemalteca y de otros países de América Central o del Sur o de España.
- Negro o afroamericano: Personas con orígenes en cualquiera de los grupos raciales negros de África, incluidos, por ejemplo, los afroamericanos, jamaicanos, haitianos, nigerianos, etíopes y somalíes.
- Asiático: Personas con orígenes en cualquiera de los pueblos originarios de Asia central u oriental, el sudeste de Asia o el sur de Asia, incluidos, por ejemplo, los chinos, los indios asiáticos, los filipinos, los vietnamitas, los coreanos y los japoneses.
- Indio americano o nativo de Alaska: Personas con orígenes en cualquiera de los pueblos originarios de América del Norte, Central y del Sur, incluidos, por ejemplo, la Nación Navajo, la Tribu Blackfeet de la Reserva India Blackfeet de Montana, el Gobierno Tradicional Inupiat de la Villa Nativa de Barrow, la Comunidad Esquimal de Nome, los Aztecas y los Mayas.
- Oriente Medio o África del Norte: Personas con orígenes en cualquiera de los pueblos originarios del Medio Oriente o el norte de África, incluidos, por ejemplo, los libaneses, iraníes, egipcios, sirios, iraquíes e israelíes.
- Nativo de Hawái o de las islas del Pacífico: Personas con orígenes en cualquiera de los pueblos originarios de Hawái, Guam, Samoa u otras islas del Pacífico, incluidos, por ejemplo, los nativos hawaianos, samoanos, chamorros, tonganos, fiyianos y marshaleses.
Esta nueva revisión de las categorías de raza/etnicidad en EEUU deja claro que los españoles entran en el grupo hispano/latino y no en el de los blancos, grupo en el que sí entran, por ejemplo, los italianos. Y no es un capricho de los organismos oficiales del gobierno estadounidense, pues ya hemos visto que en los medios de comunicación norteamericanos es habitual esa distinción (que se lo pregunten a Banderas) y también lo es en los informes de organismos privados o independientes.
Por ejemplo, un análisis demográfico del Pew Research Center, prestigioso centro de estudios de Washington, indicaba que en 2022 había 63,7 millones de hispanos viviendo en EEUU. El informe detallaba, entre otras variables, sus orígenes e incluía a todos los países de Latinoamérica y también a los españoles, que en ese momento eran 990.000 residentes.