La actual secretaria general de Podemos, Ione Belarra, quiere seguir al frente del partido morado cuatro años más, e intentará conseguir para ello el apoyo de los militantes en el congreso que se celebrará los días 11 y 12 de abril. Así lo confirmó este martes la propia Belarra en un vídeo lanzado en sus redes sociales, en el que aseguró que "nuestra tarea está a la mitad y estamos en condiciones de terminarla con éxito". "Esa tarea no es otra que volver a tener una izquierda fuerte en España para cambiar todo lo que tiene que ser cambiado" y "no intervenida por el PSOE", afirmó en un evidente dardo a Sumar.
El anuncio de la líder morada llegó apenas 24 horas después de que el secretario de Organización de Podemos, Pablo Fernández, anunciase la convocatoria de un congreso ordinario en el que se renovarán tanto los cargos de dirección como la hoja de ruta política del partido. El lunes, Fernández no quiso confirmar que Belarra optaría a seguir siendo la líder de Podemos, pero sí hizo un "reconocimiento expreso a la enorme labor que ha hecho" y afirmó que "es la mejor secretaria general" que podría tener el partido.
Para repetir en el cargo, Belarra tendrá que imponerse en el proceso interno que abrirá Podemos en las próximas semanas, en el cual todos sus afiliados estarán llamados a votar tanto al ocupante de la Secretaría General como a los integrantes del Consejo Ciudadano Estatal, el máximo órgano entre congresos del partido. No obstante, parece muy poco probable que la actual líder vaya a tener rivales de peso en esa votación, puesto que contará con todo el apoyo del aparato del partido, especialmente de la número dos, Irene Montero, de quien no existen dudas de que seguirá teniendo el mismo papel protagonista que hasta ahora. De hecho, Belarra le dio expresamente las gracias en su vídeo "por su aguante, por su sororidad" y "por sostenerme y sostenernos en todos estos años".
Aunque no se ha oficializado en ningún momento, los morados no ocultan que quieren que Montero sea su candidata en las próximas elecciones generales, lo que implicaría que dejara su actual escaño en el Parlamento Europeo cuando se convoque esta cita. Sin embargo, Podemos está satisfecho con la manera en la que ha funcionado el tándem Belarra-Montero durante los últimos cuatro años, y la idea es que la fórmula no varíe demasiado: si revalida su cargo, la primera seguirá siendo el principal referente orgánico de Podemos y su voz en el Congreso, mientras la segunda mantendrá su rol como una de las principales voces a nivel político del partido.
Además de para renovar su cúpula, la asamblea de Podemos —la quinta de su historia— servirá a los morados para poner al día su hoja de ruta política. Especialmente relevante será el posicionamiento que adopten los morados sobre la posibilidad de establecer alianzas electorales con otros actores, especialmente después de que Sumar haya virado en las últimas semanas y haya empezado a defender con mucha mayor claridad la reconstrucción de los puentes entre los partidos a la izquierda del PSOE de cara a las próximas elecciones generales. Podemos ha recibido con mucho recelo este cambio de discurso, pero es aún una incógnita si cambiará de estrategia y se avendrá a iniciar el deshielo.