Hace ahora casi dos años que las fotos de cientos de ciudadanos haciendo largas colas en la puerta del Banco de España antes de que abriese sus puertas llamaron poderosamente la atención pública. Se trataba de pequeños ahorradores que, tras más de una década sin rastro de tipos de interés atractivos, comenzaban a ver un hilo de esperanza en el Tesoro Público (Letras, Bonos y Obligaciones), especialmente en las Letras, que se emiten para el corto plazo, normalmente a 3, 6, 12 o 18 meses.
Frente a la pasividad de los bancos, que se resistían a remunerar de forma atractiva sus productos más conservadores (depósitos, cuentas remuneradas...), el ahorrador se movilizaba para sacar más rendimiento a sus ahorros en un momento en el que el Banco Central Europeo (BCE) había situado los tipos del interés en el 2,50% y todo apuntaba nuevas subidas por la creciente inflación, como finalmente se produjo: los tipos llegaron a situarse en el 4,5% en 2024 y la rentabilidad de la deuda pública no hizo más que crecer en los dos últimos años.
Esta rentabilidad al alza, sin embargo, fue cayendo progresivamente en 2024 de la mano de la rebaja de tipos de interés. Las Letras a tres meses han perdido 90 puntos básicos (del 3,490% al 2,580%) y las de nueve meses hasta 110 puntos básicos (del 3,737% al 2,384%). Y todo apunta a que en 2025 el organismo bancario europeo podría situar los tipos en el 2% a final de año, un punto menos que ahora. Mucho se preguntan ahora: ¿será el 'último baile' de la Letras del Tesoro?
"La tendencia es clara: con la expectativa de que el BCE continúe bajando los tipos de interés a lo largo del año, el rendimiento de las Letras, Bonos y Obligaciones del Estado también seguirá disminuyendo", asegura Andrea Morales, analista de Bancos e Inversión del comparador de productos bancarios HelpMyCash.
Morales explica que "la política monetaria del BCE marca las medidas que toma el Banco de España y el mercado". "De hecho, ya podemos observar que los rendimientos actuales de los Bonos y Obligaciones están por debajo del tipo de referencia del BCE, lo que indica que el mercado no solo se ajusta a este entorno de tipos a la baja, sino que incluso se adelanta a los futuros recortes".
"Las Letras del Tesoro y los Bonos del Estado siguen siendo opciones seguras, pero ya no son rentables", sentencia esta experta, quien afirma que "actualmente existen alternativas más atractivas en otros países europeos, como depósitos y cuentas remuneradas, que ofrecen tipos más altos".
Manuel Pinto, analista de mercados, coincide en que la deuda pública española experimentará "caídas fuertes en su rentabilidad", sobre todo en el caso de la Letras, "más dependientes de la políticas monetarias del BCE", pero precisa que en el caso de los Bonos y Obligaciones, la deuda pública a plazo más largo, pueden entrar en juego otros factores como "el crecimiento económico, las expectativas de inflación, la política, la demografía o la productividad" que pueden alterar su evolución.
No obstante, aclara, "la rentabilidad de los bonos bajará drásticamente en los próximos meses y quizás tardemos años en volver a capturar unos niveles de rentabilidad como los que tenemos en estos momentos". "Es por ello que creemos que sobre todo los tramos más largos de la curva, es decir, los bonos con mayor plazo de vencimiento, son uno de los mejores activos que los inversores pueden adquirir en estos momentos".
Desde HelpMyCash creen también que "para quienes prefieren no mover su dinero fuera de España o tienen un perfil extremadamente conservador, los Bonos pueden seguir siendo una opción razonable" e insisten en que "lo que es fundamental evitar es dejar el dinero sin remunerar, ya que eso equivale a una pérdida frente a la inflación".
¿Dónde invertir mis ahorros en 2025?
Los depósitos a plazo fijo seguirán siendo atractivos en los primeros meses de 2025, "aunque el tiempo para obtener altas rentabilidades se agota", aseguran desde el comparador financiero HelpMyCash. "Hay depósitos a un año que ofrecen hasta un 3,3% TAE, o las opciones a más largo plazo de la banca europea cuyos rendimientos rondan el 3% TAE a dos años o el 2,95% a tres años", aconsejan.
Olivia Feldman, economista y cofundadora de la compañía, sugiere "depósitos a plazos más largos y máxima rentabilidad". También mantendrán cierto atractivo los fondos monetarios, "un producto hasta ahora desconocido por el inversor conservador que ha ganado protagonismo en el último ciclo económico", pero que puede ser un buen instrumento "para proteger el capital frente a la inflación".
No obstante, hay algunos productos que están demostrando fiabilidad y estabilidad. Es el caso de las controvertidas criptomonedas, cuya popularidad se ha disparado por su buen comportamiento y que en 2025 podrían consolidarse como una opción seria de inversión debido a que se refuerza su regulación para dar mayor seguridad a los inversores.
Desde XTB apuntan que otra buena opción de inversión son los metales preciosos: "El oro y la plata tienen el potencial de obtener mayores avances, aunque son susceptibles a las decisiones de la Reserva Federal con respecto a la pausa de los recortes de tasas. Las tensiones comerciales globales deberían respaldar los aumentos de precios". No en vano, el precio del oro ha alcanzado en 2024 máximos históricos, aumentando su valor en más de un 20%.
El sector hipotecario será otro gran protagonista en 2025 debido a que las previsiones indican que el euríbor, el índice hipotecario de referencia en España, podría caer hasta el 1,5%, lo que abaratará los préstamos y hará mucho más atractiva la inversión en activos inmobiliarios pese al alza actual de los precios.
Por último, la inversión en acciones de diferentes empresas puede ser también interesante. "La bolsa es el activo más recomendado por la mayoría de los analistas, principalmente porque se esperan incrementos del beneficio de las empresas del 12% en EE UU y del 8% en Europa", señalan desde el banco ING.
Los planes del Tesoro para 2025
Para el presente año 2025, la estrategia de financiación del Tesoro prevé unas necesidades de financiación nueva de en torno a los 60.000 millones para este ejercicio, explicó el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo. En total, se realizarán hasta 48 subastas ordinarias de Letras y Bonos y Obligaciones del Estado.
La emisión bruta prevista ascenderá a 278.448 millones de euros, un 7,4% superior a la de a 2024, debido al mayor volumen de amortizaciones y el ligero incremento en las emisiones netas. La mayor parte de estas emisiones netas se cubrirán con instrumentos a medio y largo plazo, con 55.000 millones de euros, contribuyendo al objetivo de mantener la vida media de la cartera. Los 5.000 millones restantes se cubrirán con emisiones netas de Letras del Tesoro, para continuar aportando liquidez a estos instrumentos en un contexto de elevada demanda minorista.
La estrategia viene marcada, como en años anteriores, por la prudencia y la flexibilidad para hacer frente a todas las necesidades financieras que puedan surgir. De hecho, el ligero incremento respecto del 2024 permite mantener un amplio margen para responder a las necesidades extraordinarias derivadas de la DANA, en línea con el compromiso de proporcionar todo el apoyo necesario para la reconstrucción y el relanzamiento de la economía de la zona afectada.