La temporada 2024 de Fórmula 1 ha solidificado a Max Verstappen como uno de los mejores pilotos de la historia del automovilismo. Con una maquinaria inferior durante la mayor parte del campeonato y sin el apoyo de su compañero de equipo, el neerlandés se ha hecho con su cuarto Mundial en un año marcado por la superioridad al volante del neerlandés y su conocimiento al dedillo del reglamento deportivo, que no ha dudado en emplear a su favor en cada curva.
Las primeras cinco carreras de la ya finalizada campaña auguraban un dominio absoluto de Red Bull. Cuatro victorias de Max y cuatro podios de Checo Pérez parecían suficiente para sentenciar 2024, más aún cuando ninguno de los otros equipos punteros parecía estar a la altura, pero en Miami, apareció McLaren.
Lando Norris se hizo con la primera victoria de su carrera deportiva en territorio estadounidense, y la escudería papaya se alzó no solo como un rival para los toros rojos, sino que, dada la caída de rendimiento del RB20 tras la salida de Adrian Newey, el MCL38 se estableció como el monoplaza más rápido de la parrilla.
Pero Norris no pudo recortar distancias. A pesar del ascenso también de Ferrari y Mercedes, y la ya debacle de la escudería de la bebida energética, el británico no fue capaz de recortar puntos a un Verstappen que maximizó sus resultados y no cedió un solo centímetro durante sus batallas.
Tras un pilotaje legendario en Brasil, 'Super Max' se coronó tetracampeón mundial de Fórmula 1 en Las Vegas, uniéndose a un selecto club que comparte solo con otros cinco pilotos. De todos ellos se distingue al haber logrado uno de sus títulos con un monoplaza que no pudo pasar del tercer puesto en la tabla de constructores.
Qué supone la ausencia de Adrian Newey
2025 será la primera temporada en veinte años en la que Adrian Newey no formará parte de la escudería Red Bull. Gracias a los monoplazas del 'Genio Aerodinámico', los austriacos se han llevado ocho títulos de pilotos, repartidos a partes iguales entre el propio Verstappen y Sebastian Vettel, así como seis Mundiales de Constructores.
El rendimiento del monoplaza de la próxima temporada (cuyo nombre debería ser RB21) es una gran incógnita, y más aún dada la gran evolución de McLaren y Ferrari durante la campaña 2024. Solo los trabajadores de la fábrica de Milton Keynes pueden hacerse una idea de sus opciones de victoria el año que viene, aunque el hecho de haber tenido que luchar por el título hasta las últimas carreras y la ausencia del mejor ingeniero de la historia de la F1 no auguran nada bueno.
Hablar de 2026 es aún más complicado, dado el cambio de reglamento que puede revolucionar la cadena alimenticia de la parrilla. Para entonces, la sección motorista de Red Bull se aliará con Ford, una apuesta arriesgada, ya que la experiencia previa de la marca estadounidense como suministrador de unidades de potencia en F1 (fabricadas por Cosworth) no garantiza el éxito al regresar. Que se lo pregunten si no a Fernando Alonso, principal sufridor del retorno de Honda con McLaren.
A la incertidumbre que nubla el futuro del emperador del 'Gran Circo' hay que sumarle el reciente anuncio del embarazo de su pareja, Kelly Piquet. Un antiguo tópico del automovilismo asegura que, cuando un piloto es padre, es más lento, porque no toma los mismos riesgos, ya que sus hijos le esperan en casa. Verstappen había afirmado en el pasado que no quería seguir en la F1 cuando tuviera hijos, y a pesar de que en Abu Dabi se desdijo, el neerlandés confirmó durante la temporada que ya piensa en su futuro más allá de la 'categoría reina', por lo que no es complicado imaginar al tetracampeón abandonar la competición en un futuro no muy lejano.