Gran parte de Reino Unido se encuentra en estado de alerta ante el temporal de lluvia, nieve y viento que está afectando, especialmente, a la región de Escocia, donde las autoridades han tenido que suspender las celebraciones al aire libre por Nochevieja en varias localidades ante el clima "extremo" que se está viviendo.
Entre ellas, la más afectada ha sido la capital de la región, Edimburgo, donde algunas líneas ferroviarias y carreteras han presentado problemas debido a las lluvias y los vientos, con algunas rachas que las autoridades han advertido que hasta este miércoles pueden superar los 120 kilómetros por hora.
Además, al menos ocho espectáculos de fuegos artificiales han tenido también que ser cancelados, tanto en Edimburgo como en las localidades de Blackpool y Newscastle. Ello ha provocado que las autoridades hayan tenido que pedir incluso disculpas a los turistas que se habían acercado hasta allí en Nochevieja para disfrutar de las fiestas callejeras y del tradicional espectáculo de fuegos artificiales.
Entre otras exhibiciones que también han tenido que ser canceladas se incluyen la reunión anual de vehículos deportivos clásicos en el Museo Brookland, en Surrey, también o el tradicional baño del día de Año Nuevo de Southend RNLI, en Jubilee Beach.
Por otra parte, el castillo de Edimburgo ha tenido que ser cerrado por segundo día consecutivo debido al clima, mientras que algunos centros de reciclaje en Northumberland y el del condado de Durham también han sido cerrados por seguridad.
Más al sur del país, las autoridades de Londres han asegurando estar controlando las informaciones meteorológicas. Allí se están experimentando rachas de vientos de 74 kilómetros por hora, motivo por el que las instalaciones de Queen's Park y Highgate Wood han tenido que cerrar.
