Con lo que nos gusta un buen vuelo de Starship, estábamos ya expectantes para ver la siguiente prueba de la nave espacial de SpaceX. Especialmente desde que la cosa se ha vuelto cada vez más interesante y la compañía de Elon Musk consigue un nuevo hito en cada lanzamiento. Lejos quedan ya aquellos tiempos en los que veíamos habitualmente unos carísimos fuegos artificiales patrocinados por la explosión de este megacohete —aunque, no nos engañemos, aquello también tenía su aquel y, sobre todo, llenaba muchas portadas—.
La empresa de Musk llevó a cabo la sexta prueba de vuelo de Starship el pasado 20 de noviembre, la cual se consideró un éxito a pesar de que Mechazilla falló al capturar el cohete Super Heavy, algo que sí había logrado hacer en el anterior flight test, el quinto de esta nueva era en la que se testea el rendimiento de la primera y la segunda etapa juntas.
Menos de un mes después, SpaceX ya tenía de nuevo una primera etapa (Super Heavy) lista en la plataforma de lanzamiento de la Starbase en Texas (Estados Unidos) y, a los pocos días, realizó la rutinaria prueba de fuego estático de Starship previa a un lanzamiento.
De hecho, la compañía aeroespacial cuenta con la autorización de la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA, por sus siglas en inglés) desde el 20 de diciembre. Aunque no ha sido hasta este miércoles cuando ha anunciado su fecha prevista para el séptimo vuelo de prueba de Starship: si no hay contratiempos, veremos la magia de este megacohete el próximo lunes, 13 de enero.
La fecha que hasta ahora se barajaba era este viernes, 10 de enero, sin embargo, el propio Musk mencionó que se retrasaba “tres o cuatro días” mientras hacía un directo jugando a un videojuego en X —‘classic Elon’—. Los motivos detrás de la decisión no se aclararon, pero es posible que tenga que ver con el hecho de que el lanzamiento se iba a solapar con el debut del cohete New Glenn de Blue Origin, uno de los vehículos que se perfila como claro competidor de Starship.
Una prueba crítica y con muchas novedades
Como decía, con cada lanzamiento de Starship SpaceX ha intentado superar un nuevo reto. Algo, por otro lado, esperable si se comprende que precisamente estas pruebas se llevan a cabo para avanzar hacia la meta de la compañía: fabricar vehículos reutilizables para conquistar el espacio, especialmente Marte.
Tal y como explica la empresa de Musk, la próxima prueba de vuelo lanzará una nave de nueva generación “con mejoras significativas”, intentará la primera prueba de despliegue de carga útil de Starship, realizará “múltiples experimentos de reingreso” orientados a la captura y reutilización de naves y “lanzará y regresará el propulsor Super Heavy”.
Esto implica que se vienen muchas cosas en el séptimo flight test.
En primer lugar, la etapa superior es diferente a las anteriores. Con el número de serie Starship 33 —¡nada más y nada menos!—, es la primera que veremos volar dentro de la segunda generación. La empresa la ha calificado con diferentes nombres —Starship v2, Starship 2 o Starship Block 2— y, aunque mantiene el mismo número de motores (6), es 1,8 metros más alta para albergar depósitos de metano y oxígeno líquido de mayor capacidad. Esos depósitos más grandes le hacen perder espacio de carga, pero le permiten llevar cargas más pesadas: se duplica la capacidad de carga, llegando a más de 100 toneladas. En la parte del diseño, los cambios más destacados son que incorpora nuevos alerones delanteros, los cuales se sitúan más arriba, y que mejora su escudo térmico con losetas más avanzadas y una capa de respaldo para proteger la nave en caso de que las pierda.
Asimismo, se han quitado “una cantidad significativa de baldosas para probar las áreas vulnerables del vehículo” y se han colocado “versiones no estructurales de los accesorios de retención de la nave para probar el rendimiento térmico de los accesorios” en los costados. Estos serán los que en el futuro permitirán capturar Starship después de la reentrada.
La aviónica, explica SpaceX, se ha sometido “a un rediseño completo” y entre las mejoras más notables están una computadora de vuelo más potente, antenas que combinan Starlink, GNSS y funciones de respaldo en cada unidad, sensores de navegación rediseñados, baterías inteligentes integradas, nuevas unidades de energía y un aumento en el número de cámaras incluidas en el vehículo —más de 30 cámaras—.
Uno de los momentos más importantes de la prueba se producirá en torno al minuto 17 después del lanzamiento, momento en el que está previsto que Starship haga una demostración de implementación de carga útil: desplegará 10 simuladores Starlink, similares en tamaño y peso a los satélites Starlink de próxima generación, que estarán en la misma trayectoria suborbital que la nave, con un amerizaje previsto en el océano Índico.
También está previsto volver a encender un motor Raptor durante la estancia en el espacio de Starship, tal y como se hizo ya en el vuelo anterior.
Finalmente, es importante señalar otra novedad en este vuelo: por primera vez, SpaceX va a reutilizar un motor Raptor para el cohete Super Heavy. Se trata de una pieza lanzada y devuelta en la quinta prueba de vuelo de Starship. Sin embargo, el uso de hardware ‘viejo’ no hace perder el optimismo a la compañía e intentarán de nuevo atrapar el vehículo con Mechazilla.
Eso sí, advierten que de no cumplirse las condiciones para la maniobra con la torre, esta se abortaría y el cohete acabará en un “amerizaje suave en el Golfo de México”, como ocurrió con el vuelo de prueba número seis.
Cómo se puede ver el séptimo vuelo de Starship
La séptima prueba de vuelo de Starship se prepara para su lanzamiento el próximo lunes, 13 de enero. Como es habitual, aproximadamente 35 minutos antes del despegue se realizará una transmisión en vivo a través de la página web de SpaceX o de su perfil en X.
La compañía ha indicado que la ventana de lanzamiento se abrirá a las 4:00 PM hora central de Estados Unidos —es decir: las 23:00 hora peninsular de España—. Según la cronología publicada en la web de SpaceX, está previsto que la prueba dure unos 47 minutos.
No obstante, “como sucede con todas las pruebas de desarrollo, el cronograma es dinámico y es probable que cambie”, advierte SpaceX en su comunicado. En 20bits iremos informando de las modificaciones y actualizaciones que puedan surgir.
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