¿Puede Trump recuperar el canal de Panamá? Quién lo controla, por qué es vital para Estados Unidos y qué exige el magnate

A menos de un mes para tomar posesión del cargo, Donald Trump continúa configurando el gabinete de su segundo mandato como presidente de Estados Unidos. El magnate llega a la Casa Blanca con el proteccionismo y la primacía de los intereses de Estados Unidos por bandera, y en las últimas semanas ha anunciado numerosas medidas de su futura administración, como la reducción del gasto público o un giro radical en la política exterior del país, en la línea de su primer mandato.

Una de las ideas que Trump ha compartido en un post en su plataforma Truth Social trata sobre el canal de Panamá: el próximo presidente ha criticado duramente las tarifas "exorbitantes" que el canal cobra a los barcos estadounidenses "de forma injusta e imprudente" y ha amenazado con exigir la devolución del canal a las autoridades panameñas.

Por las aguas del canal de Panamá fluye el 3% del comercio mundial

El canal de Panamá atraviesa el país centroamericano y conecta los océanos Atlántico y Pacífico a través de un sistema de embalses y esclusas que atraviesa los 82 kilómetros de extensión de istmo de Panamá. Esta vía fluvial artificial permite a los barcos ahorrarse más de 11.000 kilómetros, evitando rodear el continente americano, para llegar de un océano a otro.

Su magnitud económica es inconmensurable: se calcula que es el epicentro del 3% del comercio mundial, por él se conectan 180 rutas de 170 países y 1.920 puertos de todo el mundo. Es uno de los grandes activos de Panamá, ya que supone el 7,7% de su PIB anual. Incluso en un mal año para el canal por la sequía, la infraestructura ha permitido a Panamá ser el estado de América Latina que más ha aumentado su PIB en los últimos años.

Se calcula que cada día pasan por el canal de Panamá entre 36 y 38 barcos, y alrededor del 70% de las naves que transitan sus aguas están relacionados con Estados Unidos (ya sea por bandera, puerto de partida o de destino), lo que lo convierte en un elemento clave también para la economía estadounidense. La Administración de Comercio Internacional de EEUU explica que el canal ahorra "una cantidad de tiempo y costes considerables" a los intereses comerciales estadounideses, algo clave para mercancías sensibles al tiempo, como productos perecederos o suministros para industrias estratégicas, según recoge Associated Press.

El canal fue construido por EEUU y cedido a Panamá en el 2000

La idea de construir un canal en Panamá para conectar el Atlántico y el Pacífico surgió en 1880 de la mano del diplomático francés Ferdinand de Lesseps, quien había sido el impulsor del canal de Suez, en Egipto. Sin embargo, numerosas complicaciones (como la propagación de enfermedades tropicales entre los obreros y la crisis económica) acabaron por frustrar los intentos franceses en 1889.

Más tarde, en 1903, Estados Unidos firmó con Panamá (a quien había ayudado a independizarse de Colombia ese mismo año) un tratado que permitía comenzar la construcción del canal y aseguraba el control estadounidense del mismo una vez concluida la obra. En 1914, el canal fue inaugurado oficialmente, bajo la tutela de Estados Unidos, que en aquel entonces tenía derecho a intervenir en el país, recogido en la propia constitución panameña. En aquel momento, el presidente Theodore Roosevelt lo consideró una obra clave para asegurar el predominio de EEUU en el comercio mundial.

Sin embargo, la costosa administración del canal y las negociaciones entre ambos países llevaron a la administración del presidente Jimmy Carter a concretar la cesión de la administración del canal a Panamá en 1977 mediante dos tratados:

  • El Tratado de Neutralidad Permanente permite a Estados Unidos intervenir siempre que sea para asegurar el funcionamiento y la seguridad del canal.
  • ​Tratado del Canal de Panamá: Estados Unidos cede la administración del canal a Panamá a partir el 31 de diciembre de 1999.

Desde el año 2000, Panamá administra el canal de Panamá, habiendo aumentado el tráfico y realizando importantes expansiones que han ampliado su capacidad hasta la actualidad.

Trump exigirá su devolución si continúa "la estafa" de Panamá

Ahora, Trump reaviva las pretensiones estadounidenses sobre el canal panameño: asegura que es un "activo nacional vital" para Estados Unidos en materia de comercio y seguridad, y reivindica que su construcción tuvo grandes costes "en riquezas y en vidas" para EEUU. Trump criticó en su comunicado el "regalo" del canal a Panamá por parte de la administración Carter y acusó al país centroamericano de abusar con precios y tarifas excesivas a los barcos estadounidenses y las compañías que hacen negocias en EEUU.

"Las tarifas que cobra Panamá son ridículas, especialmente sabiendo la extraordinaria generosidad que ha sido otorgada a Panamá por los EEUU", asegura Trump, que ha aseverado que esta "estafa a nuestro país cesará de inmediato". El futuro mandatario afirmó que no dejarán que el canal "caiga en las manos equivocadas" y que si no se respetan "los principios" del funcionamiento del canal, "exigiremos que se nos devuelva el Canal de Panamá, en su totalidad y sin cuestionamientos".

La respuesta oficial a Trump no se hizo esperar: el presidente panameño, José Raúl Mulino, rechazó las acusaciones del magnate y aseguró en un comunicado que "cada metro cuadrado del canal es de Panamá y lo seguirá siendo", asegurando el correcto funcionamiento del canal; que sus tarifas se establecen "en audiencia pública" y conforme al mercado; y negando cualquier injerencia de otras potencias, como China o Estados Unidos, en su funcionamiento.

Trump ha respondido a Mulino nuevamente con una foto del canal y el mensaje "Bienvenidos al canal de Estados Unidos", toda una declaración de intenciones.

¿Puede Estados Unidos recuperar el canal de Panamá?

Aunque Trump cumpla su amenaza de exigir la devolución del canal de Panamá, lo cierto es que sus exigencias tendrían escaso respaldo legal o internacional: los acuerdos de 1977 permiten a EEUU intervenir militarmente en el canal de Panamá si un conflicto militar afecta a su funcionamiento y seguridad, pero no para recuperar su control.

Legalmente, nada respalda a Trump para que Estados Unidos recupere el canal de Panamá: cualquier vía fuera de la diplomacia para lograr este objetivo, como una intervención militar, estaría fuera de la legalidad internacional y rompería los tratados firmados entre ambos países. Además, Panamá y Estados Unidos son aliados en otras materias de seguridad, como la inmigración ilegal o la lucha contra el narcotráfico.

Los expertos aseguran que el acercamiento entre China y Panamá en los últimos años es una de las grandes preocupaciones de Estados Unidos a cuenta del canal, por lo que una quiebra en las relaciones entre norteamericanos y centroamericanos podría ser perjudicial para los importantes intereses estadounidenses en el canal de Panamá.

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