El PP asume que Sánchez tratará de agotar la legislatura y aguantar hasta 2027: "Estamos listos"

El Partido Popular se prepara ya para una legislatura larga, una vez que ha aceptado que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y sus socios parlamentarios buscarán agotarla y llegar hasta 2027 sin unas nuevas elecciones generales.

Numerosos cargos de la dirección nacional, diputados y presidentes autonómicos del PP consultados por Servimedia coincidieron en este diagnóstico en el marco de la XXVII Intermunicipal, aunque es una idea que se ha extendido a lo largo de las últimas semanas por todo el partido. El propio Alberto Núñez Feijóo lo ha explicitado este domingo en Valladolid.

"Con todo lo que ha pasado, con todo lo que han ocultado y con todo lo que han mentido, lo normal sería que este Gobierno no estuviese un día más en el cargo y que este presidente no pasase una noche más en ese centro de negocios que se llama el Palacio de la Moncloa. Pero, por supuesto, no va a dimitir", ha declarado Feijóo antes de subrayar que "va a aguantar todo lo que le dejen sus socios, que ya se están convirtiendo en cómplices".

La meta volante, apuntan, son los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2025, como ya afirmó en octubre el vicesecretario Elías Bendodo en una reunión del PP a puerta cerrada. Sánchez, dijo, "solo tiene un salvavidas ahora mismo para salvar la legislatura, que son los Presupuestos. Si hay Presupuestos Generales del Estado, el Gobierno cree que salva la legislatura. Puede ser, tendría Presupuestos para el 25 con la posibilidad de prórroga para el 26″, reconoció entonces.

La reflexión del responsable de Análisis Electoral ha ganado fuerza en Génova ante los avances en los casos judiciales que afectan al entorno y al Gobierno de Sánchez. "Cuánto más débil esté, más le sacarán", dice una integrante de la cúpula. "Es un chollo, una máquina tragaperras que siempre te da monedas", asevera una de las personas que forman parte del círculo de Feijóo.

"Un Consejo de Ministros desde Soto del Real"

La hipótesis actual es que, a medida que el goteo de informaciones se acelere, Sánchez alejará aún más si cabe la posibilidad de un adelanto electoral. "Es capaz de presidir un Consejo de Ministros desde Soto del Real", ilustra otro cargo de la dirección de Feijóo. Por ende, la única salida está en que los socios le desbanquen, algo que tampoco ven factible.

Génova ha pasado al ataque contra ellos para intentar desgastarlos, como hizo Feijóo la semana pasada cuando se puso "a disposición" de ellos para presentar una moción de censura. "La pelota está en su tejado, que hablen", decían entonces fuentes populares, que rechazaban iniciar una ronda de contactos para sondear posibles apoyos.

Sin embargo, diputados del PP aseguran que ven incómodos a los socios, especialmente al PNV, "que se está cubriendo de gloria" por "proteger" a Sánchez tras apoyar la moción de censura contra Mariano Rajoy en 2018. La interlocución entre ambos partidos es prácticamente nula, como se evidenció en los ataques cruzados entre sus portavoces parlamentarios, Miguel Tellado y Aitor Esteban, en el arranque del curso político. Pero en Génova le restan importancia: "Somos profesionales y eso no condiciona nunca las relaciones entre dos partidos". Aunque creen que su pacto de gobierno con los socialistas en Euskadi imposibilita cualquier puente y da vida a la legislatura.

"Estamos listos para eso. La única baza que le queda al Gobierno es el tiempo. Este será el último Congreso Federal de Sánchez", auguraba el jueves otro integrante del PP, que ya contraponía el devenir del cónclave socialista con su Intermunicipal. Unos 2.000 miembros del PP llegaron en masa a la capital de Castilla y León y llenaron los pabellones de la Feria de Valladolid de euforia que, dicen ellos, contrastaba con el ambiente socialista de Sevilla.

"Yo le digo: Aguanta, Pedro, no dimitas porque no te mereces irte con un mínimo de honor. Aguanta, Pedro, porque te vamos a echar los españoles libre y democráticamente", ha proclamado Feijóo. Los populares retan ahora a Sánchez a presentarse cuando haya elecciones y "no hacerse un Zapatero", dando un paso al lado en el último momento.

Génova se ve muy fuerte ante los últimos sondeos y afronta las futuras elecciones como una batalla de los bloques que Feijóo se propone "derribar". Seguros de que tendrán tiempo para recuperar al electorado que se ha marchado a Vox por la gestión de la DANA, en el PP centran sus esfuerzos en captar al votante de centro que apostó por Zapatero en 2008, Rajoy en 2011, Rivera en 2015 y Sánchez en 2018. Y también en los que sienten más desafección con la política. El principal riesgo, dicen, es ceder a la "frustración".

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