La declaración de Luis Rubiales, una de las más esperadas del juicio por su beso a Jenni Hermoso, puso punto y final a la sexta sesión del litigio contra el expresidente de la RFEF, que abandonó la Audiencia Nacional de San Fernando de Henares para ir a una comida con su abogada y unos amigos en la que dejó un polémico gesto.
Después de una hora prestando testimonio, como acusado, ante el juez José Manuel Clemente Fernández-Prieto González, y tras vivir una auténtica locura a su salida del tribunal con una avalancha de periodistas esperando para escuchar sus palabras, el motrileño comió con su círculo y dejó muestras de una "actitud tranquila, relajada y sin preocupación", ha asegurado El Programa de Ana Rosa.
Allí, además, se divirtió, dejó momentos de risas y se atrevió incluso a bromear lanzando un beso al aire que, según el espacio de Telecinco, hizo "quitando importancia a lo que se investiga como una presunta agresión sexual".
La declaración de Rubiales
Rubiales defendió este martes en los tribunales que recibió la aprobación de la jugadora antes de besarla: "Yo le dije 'oye, olvida ya el penalti, somos campeonas, esto es también gracias a ti. Sin ti no lo hubiéramos podido conseguir'. Ella me apretó muy fuerte debajo de las axilas, me levantó y al caer pues le pregunté '¿te puedo dar un besito?' y me dijo 'vale'. Eso es lo que ocurrió", relató sobre lo ocurrido en la entrega de medallas.
"Fue simultánea la pregunta, la respuesta y posteriormente vino el beso", añadió al respecto. "Es como dar un abrazo. Es que en ese momento es algo totalmente espontáneo. Como ella también declaró inmediatamente después del partido", explicó cuando la fiscal le preguntó por qué había tomado de la cabeza a Hermoso.
El juicio contra el expresidente de la RFEF continúa este miércoles con las declaraciones del resto de acusados, Jorge Vilda, Rubén Rivera y Albert Luque, que se enfrentan a un año y medio de prisión por un presunto delito de coacciones.
