"El cansancio es la piedra angular de 8 de cada 10 consultas de los ciudadanos a su médico de Atención Primaria. En la mayoría de las ocasiones es el motivo principal de la visita, aunque en otras forma parte de otro motivo diferente que lleva al paciente a consulta, y que al final añade un 'y además estoy cansado' a su queja". Con estas declaraciones, el doctor Lorenzo Armenteros, portavoz de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia, comienza a explicarnos las posibles causas detrás del cansancio.
¿Quién no se ha sentido cansado durante una época de su vida sin un motivo aparente o justificado? ¿Por qué con el paso de los años cada vez nos sentimos más agotados físicamente? ¿Qué es el cansancio emocional y cuánto tuvo que ver la pandemia con ello? El experto contesta a estas preguntas y nos sugiere cinco causas probables que podrían ocasionar esa sensación, más allá de la falta de sueño o el estrés.
La diferencia entre cansancio físico y astenia
El doctor Armenteros quiere comenzar diferenciando las causas y la manifestación del cansancio real y de la astenia, "que no es lo mismo. El cansancio es aquello que se asemeja a lo que nos ocurre cuando desempeñamos una actividad elevada. La astenia se produce cuando sentimos la incapacidad de realizar cualquier actividad física. Es decir, que una cosa es estar cansados porque tenemos mucha actividad, y otra que no tengamos ganas de hacer nada porque partimos ya del agotamiento".
"En consulta, los médicos vemos que el cansancio es un motivo extremadamente frecuente de consulta. Después de la pandemia, incluso, diría que se ha cronificado de una manera extraordinaria. Lo ideal sería que la medicina valorase los mecanismos orgánicos que lo provocan, pero como no suele ser una patología alarmante, no se le hace demasiado caso".
Y añade el experto: "La frase que se repite una y otra vez en consulta es 'pero es que el mío no es un cansancio normal, es mucho más que cansancio'. En este contexto, cabe explicar que en el cansancio hay una afectación física y otra emocional, porque no tienes la capacidad de hacer las cosas que hacías antes. A partir de ese síntoma, y descartando que no sea por falta de descanso o un exceso de estrés, hay que ver qué es lo que subyace".
Distinguir entre cansancio orgánico y emocional
Una curiosa distinción que hace el doctor Armenteros es entre el agotamiento orgánico por exceso de actividad y el emocional, que lleva diferentes derroteros. "Es complicado no tener la perspectiva del estrés ni de la falta de sueño a las que achacar el cansancio diario, pero si consideramos el estrés orgánico la consecuencia de una actividad excesiva, el emocional se caracteriza por la ausencia de energía, falta de motivación".
Muchas situaciones de nuestra vida diaria (por no decir todas) generan una gran cantidad de ansiedad que nos obliga a permanecer activos y nos provoca el cansancio psíquico. "Por ejemplo, está la preocupación de los jóvenes por atender a las redes sociales, y ahí entra en juego el agotamiento emocional", explica el doctor.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que el cansancio también se produce por causas orgánicas, como por ejemplo un dolor crónico continuado, hipotiroidismo, déficits nutricionales…
Estas son 5 posibles causas de tu agotamiento habitual
Si descartamos los dos grandes grupos, como son no dormir bien o el estrés, podemos encontrar 5 causas subyacentes de nuestro cansancio. "La primera podría ser la ansiedad provocada por un exceso de ejercicio, y forma parte de la ansiedad emocional; después, nos encontramos con el hipotiroidismo, que también ocasiona agotamiento".
Las hormonas tiroideas son mediadoras en múltiples funciones de nuestro organismo: "cuando bajan, se reduce esa actividad necesaria para mantenernos activos y llega el cansancio. Se trata de un proceso bioquímico complejo".
La tercera cuestión que podría estar detrás de nuestro cansancio es el déficit vitamínico, en especial de vitamina D, como explica el doctor. También la anemia entra en este apartado. "España es un país con mucho sol, pero no lo tomamos bien; en verano abusamos de él y el resto del año nada. Quienes lo hacen bien son los países nórdicos, donde el índice de vitamina D de la población es más elevado que en España; allí, tienen estipulado tomarlo en piernas, brazos y cara unos minutos cada día. Además, suplementan con esta vitamina sus panes, la leche…"
Por otro lado, el dolor crónico también es responsable de esa sensación de cansancio y, aunque parezca paradójico, el sedentarismo también. "La falta de ejercicio hace que nuestros músculos se vayan atrofiando y cada vez tengamos menos resistencia a la mínima actividad física. Es como si las pilas se gastaran y, al volver a hacer deporte, se recargaran".