Hay gente que vive en casas, otros en pisos, pero Mario Salcedo, un empresario estadounidense de origen cubano gana a la mayoría en cuestión de originalidad: vive en un crucero.
Salcedo lleva 25 años viviendo en un buque de la compañía Royal Caribbean, con la que ha realizado ya más de 1.000 cruceros. Salcedo gasta alrededor de 101.000 dólares (algo menos de 100.000 euros) al año en cruceros por un camarote con balcón, financiando su estilo de vida en el océano a través de trabajos de gestión de inversiones.
Su estatus en Royal Caribbean es tal que en algunos barcos la tripulación ha creado oficinas improvisadas para él en cubierta, con mesas y sillas acordonadas y carteles que dicen "Oficina de Super Mario".
Salcedo se hizo a la mar de forma permanente después de "cansarse del mundo de los negocios de traje y corbata y de los largos vuelos para conocer a clientes internacionales".
Después de emprender su primer crucero en 1997, el empresario nacido en Cuba quedó enganchado. Probó algunas líneas de cruceros, pero se decidió por Royal Caribbean como la compañía cuyos barcos más le gustaban.
Ha estado viviendo en barcos de Royal Caribbean casi continuamente desde el año 2000, pasando solo unos pocos días al año en tierra y exceptuando una pausa de 15 meses durante la pandemia de Covid.
Su crucero número 1.000 fue en el Explorer of the Seas con capacidad para 3.286 pasajeros, que partió de Miami el 5 de enero para un viaje de 11 noches a Panamá y el sur del Caribe.
Mario dijo que pasa unas cinco horas al día trabajando y "se divierte" el resto del tiempo. "No genera estrés", afirma. "Es el mejor estilo de vida que puedo encontrar", dice.
Eso sí, tiene un inconveniente. Pasa tanto tiempo embarcado que cuando pisa tierra, le cuesta caminar. "He perdido mis piernas terrestres. Me balanceo tanto que no puedo caminar en línea recta. Estoy tan acostumbrado a estar en barcos que me siento más cómodo que en tierra", dice.
En realidad, lo que tiene Mario Salcedo es el síndrome de mal de desembarque, un cuadro clínico de mareo y oscilaciones corporales persistente, descrito siglos atrás cuando los marineros llegaban a tierra después de navegar.
