El motivo por el que los humanos empezamos a cantar

La música ha actuado como una expresión en la cultura de la humanidad desde tiempos inmemoriales. Los vestigios más antiguos de música datan de hace aproximadamente 40.000 años, a través de flautas hechas de hueso de ave y de marfil de mamut localizadas en diversas partes de Europa, lo que indica que los humanos prehistóricos no solo hacían música, sino que también desarrollaron instrumentos complejos. Sin embargo, las raíces de nuestra capacidad para cantar se extienden aún más atrás en el tiempo.

Los estudios han revelado que nuestros ancestros, hace más de 530.000 años, ya poseían el hueso hioides con forma de herradura en la garganta, en una posición similar a la nuestra, los humanos modernos. Esto sugiere que dichos antepasados habrían tenido la capacidad física necesaria para producir sonidos y cantar de manera análoga a como lo hacemos en la actualidad. Estos hallazgos nos ofrecen pistas sobre cómo la música se integró en la vida de los seres humanos. Pero, ¿qué nos impulsó a cantar?

La ciencia tras el canto humano

La teoría de que la música y el lenguaje comparten un origen común ha sido objeto de debate durante décadas. Un estudio reciente, encabezado por Yuto Ozaki y Patrick Savage de la Universidad de Keio en Japón, y publicado en Science Advances, analizó grabaciones de canciones, melodías y discursos en más de 50 idiomas alrededor del mundo. El estudio encontró que las canciones y las melodías instrumentales tienden a ser más lentas y con tonos más estables que el habla, sugiriendo que la música podría haber evolucionado como una forma de comunicación más efectiva y emocional.

El coautor Patrick Savage también participó en paralelo en otro estudio liderado por Sam Passmore para la Universidad Nacional Australiana, que utilizó la base de datos de Global Jukebox, una web gratuita que trata de reunir las canciones de todas las culturas del mundo, para comparar más de cinco mil canciones con información sobre el estilo musical y su origen geográfico, mediante bases de datos que registran la diversidad genética y de lenguas. Los resultados mostraron que la historia musical puede diferir del lenguaje y la historia genética, y estar más alineada con otros marcadores como la organización social.

La arqueoacústica, el estudio del sonido

Tal es la importancia de la música en las culturas ancestrales que ha dado lugar a una nueva disciplina: la arqueoacústica, que estudia la acústica y el sonido en sitios arqueológicos de todo el mundo. Esta especialidad busca entender si las propiedades acústicas de estos lugares tenían alguna importancia en las culturas antiguas, para proporcionar una nueva perspectiva sobre cómo y por qué la música pudo haber sido crucial para nuestros antepasados.

Y es que la relación entre la música y el lenguaje es compleja y multifacética. Ambos utilizan patrones rítmicos y melódicos, y se ha demostrado que el procesamiento de la música y del lenguaje ocurre en áreas cerebrales superpuestas. Esta interconexión sugiere que la evolución de la música pudo haber facilitado el desarrollo del lenguaje humano, proporcionando una base estructural para la comunicación verbal.

Por lo tanto, la conclusión académica de los nuevos estudios es compatible y se complementa con otras hipótesis anteriores. La capacidad de emitir canciones podría haber sido una ventaja evolutiva, ayudando a fortalecer los lazos sociales y facilitar la cooperación en grupos humanos. Por su parte, los rituales musicales podrían haber servido para sincronizar las actividades de grupo, fomentar el sentido de comunidad y transmitir conocimientos y tradiciones.

Referencias:

Zircon - This is a contributing Drupal Theme
Design by WeebPal.