Bachar al Asad despierta estos días en una cama de Moscú. El dictador cayó hace un mes y Siria intenta iniciar un tiempo de paz y concordia. Pero no es fácil. De entrada porque quienes han derrocado a la dictadura de la dinastía Al Asad, que gobernó el país durante más de medio siglo, son (o eran) un grupo de islamistas, cuyas intenciones (y posibilidades) no están del todo claras.
Su líder es el yihadista Ahmed Husein al Shara, conocido como Abú Mohamed al Golani, que ahora prefiere ser Ahmed al Shara, su nombre real. Antes de que acabara 2024, anunció la pronta disolución de la organización que encabeza, Hayat Tahrir al Sham (HTS), en el comienzo de una transición en el país. Aunque pide paciencia: asegura que ese proceso podría durar hasta cuatro años y previa redacción de un nuevo marco constitucional y un nuevo censo.
Pero de momento, ¿qué ha cambiado en Siria? ¿Un país que ha vivido una guerra civil desde 2011 puede cambiar en algo en un mes? La paz, al menos; o sea, la ausencia de guerra.
13 millones de sirios casi no tienen para comer
Esa paz hace posible que las familias, miles, sigan todavía hoy buscando a sus desaparecidos. La Red Siria para los Derechos Humanos estima que unas 30.000 personas fueron liberadas de centros de detención del régimen en los primeros días tras su caída. Pero decenas de miles continúan desaparecidas tras 13 años de guerra civil y un mes sin Al Asad.
El nuevo Ejecutivo de Siria tiene como primer objetivo levantar las sanciones internacionales que pesan sobre el país. Sólo así piensan Al Shara y los suyos será posible iniciar la reconstrucción. Hoy los sirios apenas tienen unas pocas horas de electricidad al día y viven al borde de la indigencia, cuando no en ella. El Programa Mundial de Alimentos calcula que 13,1 millones de sirios no tienen suficiente para comer. Todo ello contrasta con su tasa de alfabetización del 94%, una de las más altas de la región.
Pero su moneda no vale nada y la inflación ha alcanzado los tres dígitos. El mes pasado, un funcionario anónimo declaró a la agencia Reuters que el Banco Central de Siria sólo tenía 200 millones de dólares en reservas de divisas. A finales de 2010, contaba con 17.000 millones de dólares.
Hay poco dinero; éste vale poco; y con él hay poco que comprar. Para combatir la escasez de mercancías, el gobierno de transición ha ordenado a los comercios y ministerios que permanezcan abiertos, y ha reabierto el paso fronterizo de Nasib con Jordania, una de las rutas comerciales más transitadas de Siria, informa Al Jazeera.
Cómo recuperar y explotar los pozos de petróleo
A la Compañía Siria de Petróleo, de propiedad estatal, se le ha pedido que reanude el suministro. El problema es que los yacimientos de petróleo y gas están principalmente bajo el control de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), en el noreste del país. Allí la nueva administración no tiene poder.
Turquía ha sido fundamental en la caída de Al Asad y lo puede ser en el inmediato futuro de Siria. Su ministro de Energía, Alparslan Bayraktar, ha asegurado que su gobierno quiere realizar estudios sobre cómo podrían utilizarse los recursos de gas natural y petróleo de Siria para el desarrollo y la reconstrucción.
Según el Ministerio de Petróleo y Recursos Minerales de Siria, las pérdidas en el sector petrolero entre 2011 y 2021 ascendieron a 91.500 millones de dólares. Además de petróleo, antes de la guerra civil, Siria exportaba trigo, fosfatos y combustibles; y hasta tenía buenos ingresos por turismo.
Buscar financiación para asegurar paz y seguridad
Con el fin de la guerra, el aeropuerto internacional de Damasco ha reanudado sus vuelos internacionales. Lo hizo este martes con el despegue de un avión con destino a Sharjah, en Emiratos Árabes Unidos (EAU), y el aterrizaje de otro procedente de Catar.
Los nuevos responsables de Siria, se supone que transitorios, quieren garantizar paz y seguridad, pero ambas solo se construyen sobre la base de una economía firme. De modo que han iniciado una ofensiva diplomática por los países del Golfo, pero también por EEUU y países europeos. Buscan financiación. A cambio, prometen acabar con la corrupción de los leales a Assad (controlaban los contratos públicos y las industrias clave).
Se trata de que la nueva financiación sustituya las líneas de crédito que durante la guerra dieron Rusia e Irán, que apoyaron al régimen de Al Asad, para eludir las sanciones occidentales. De ese modo, Siria pudo importar alimentos y combustible, pero a cambio acumuló una enorme cantidad de deuda (que ahora habrá que devolver).
Señales de EEUU: retiran la recompensa por Al Shara
Al Shara dice que espera que el presidente electo de EEUU, Donald Trump, levante las sanciones. En una señal de que la Casa Blanca está dispuesta a colaborar con los nuevos dirigentes sirios, el pasado 20 de diciembre, Washington retiró la recompensa de 10 millones de dólares que ofrecía por él.
En esa línea, funcionarios estadounidenses han entablado conversaciones con Qatar y Emiratos Árabes Unidos sobre la relajación de las restricciones financieras a Damasco. Pero hay una condición: el nuevo gobierno debe cortar los lazos con Rusia e Irán. Este lunes, la Oficina del Tesoro de EEUU para el Control de Activos Extranjeros amplió la lista de actividades y transacciones permitidas en Siria.
Se estima que para la reconstrucción del país se necesitan entre 250.000 y 400.000 millones de dólares. Este dato estará este jueves sobre la mesa de la reunión que en Roma van a mantener los ministros de Exteriores de EEUU, Francia, Alemania, Reino Unido e Italia. Se trata de hacer balance de la situación en Siria un mes después de la caída de Al Assad.
Una mujer al frente del Banco Central
Al Shara asegura que quiere introducir un sistema de libre mercado. De momento ha nombrado un nuevo gobernador para el Banco Central. La noticia, y eso sí es una buena señal, es que se trata de una mujer. Se llama Maysaa Sabrine y es la primera mujer que ocupa este cargo.
Mohammed Abazeed, ministro provisional de Finanzas, declaró a Reuters que se reestructurarían los ministerios para mejorar la eficacia y la rendición de cuentas. Sus cálculos dicen que con eso y con la inversión exterior, podrían conseguir para febrero un aumento salarial en el sector público del 400%. Optimista: febrero ya asoma.
Este ministro también está preparando con su equipo una revisión del sistema tributario. "Para finales de este año esperamos contar con un sistema fiscal bien diseñado que tenga en cuenta los intereses de todos los contribuyentes", aseguró.
La tóxica mochila del captagón
La nueva economía deberá quitarse de encima la tóxica pero lucrativa mochila del captagón. El régimen de Al Assad participó en la producción de esta anfetamina muy consumida en los países del Golfo.
Conocido como la "cocaína de los pobres", la producción de captagón se vinculó primero con el Estado Islámico y luego con el régimen de Al Asad. Ambos la tuvieron como fuente de ingresos. En 2023, se calculaba que el 80% del suministro mundial de esta droga sintética se producía en Siria. En los últimos años el país era casi un narco Estado.