Este jueves a estas horas Daniel Sancho ya estará cumpliendo condena. El español de 30 años, hijo del actor Rodolfo Sancho, se enfrenta en pocas horas al veredicto final de la Corte Penal de Koh Samui, en la que desde las 10.00 horas (las 5 de la madrugada en España) se dará comienzo a la vista definitiva en la que se conocerá el destino final del polémico chef, procesado por asesinato premeditado, profanación y ocultación de cadáver y de manipulación de documentos.

"El caso no termina aquí", dice Marcos García-Montes a 20minutos desde Koh Samui, donde este martes y miércoles ha visitado, junto a Rodolfo Sancho, al acusado. "Si la sentencia no es por homicidio doloso recurriremos y, si no, recurrirá la Fiscalía", agrega el letrado español, que ha viajado a la isla acompañado de Carmen Balfagón y Ramón Chippirrás, asesores legales de la defensa desde los primeros compases del proceso.

Seguimos manteniendo la tesis de que será homicidio doloso, que serían entre ocho o diez años en su límite máximo y de seis más o menos en el mínimo

El letrado asegura que lo más relevante, llegados a este punto, es que "la Fiscalía no ha presentado un documento de conclusiones", algo que en Tailandia está permitido, pero que para García-Montes no es normal. "Con una acusación tan grave como es el asesinato premeditado se debería haber hecho", asevera rotundo.

En ese inexistente informe, el Ministerio Público debería haber argumentado por qué Daniel Sancho debe ser condenado por asesinato premeditado y no por una muerte accidental tras una pelea, como sostiene él. "Seguimos manteniendo la tesis de que será homicidio doloso, que serían entre ocho o diez años en su límite máximo y de seis más o menos en el mínimo", explica García-Montes.

El abogado hace hincapié en que la Fiscalía no haya presentado "ninguna contraprueba" a su informe final, entregado hace apenas un mes, en el que el equipo defensor pone de manifiesto lo que para ellos son claras irregularidades en la investigación y los interrogatorios al joven acusado. Sobre las mimas, el letrado apunta a que "la Audiencia ya le dijo a Daniel que no se preocupara por ello, que se va a impartir justicia".

Daniel ha dicho que, pase lo que pase, tiene la confianza absoluta en el equipo jurídico y en el equipo criminológico y que no se va a venir abajo, va a luchar por la verdad siempre

"Luchando por la verdad"

En todo caso, el equipo defensor, que en los meses que duró el proceso judicial no querían hacer cábalas sobre una posible condena a cadena perpetua o condena a muerte, ahora ya tiene preparado su plan B. "Daniel ha dicho que, pase lo que pase, tiene la confianza absoluta en el equipo jurídico y en el equipo criminológico y que no se va a venir abajo, va a luchar por la verdad siempre. Aceptará lo que diga la audiencia sin prejuicio de que se pueda recurrir", señala García-Montes.

En cuanto a los rumores de las últimas horas, como una supuesta filtración de la condena, que sería a muerte, o las acusaciones del equipo de la acusación, capitaneado por el abogado Juango Ospina, que apuntan a una posible compra del tribunal, García-Montes deja claro que no va a entrar "en debates de la tinta del calamar... mensajes de humo" y que lo importante es "centrarse en el debate judicial". A este respecto, García-Montes cree que la publicación de un presunta sentencia en la página web de Metapon Suwancharen, el compañero tailandés de Ospina, "es un hecho muy grave porque es falso" y adelanta que el tribunal, este jueves, "va a estar muy incómodo con el tema".

Para él, lo reseñable del proceso es que "la Justicia dice literalmente que los jueces están sometidos al imperio de la ley y que tienen que proteger los derechos humanos" y se apoya en el propio tribunal y la Constitución tailandesa, que ha firmado la Declaración Universal de Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, el primero en 1948, segundo en 1966 y también la Convención contra la Tortura y Tratos Inhumanos.

La vista, blindada

La sentencia contra Daniel Sancho se dará a conocer este jueves en medio de una gran expectación mediática durante una vista judicial mucho más blindada y acotada que el juicio celebrado a puerta cerrada en la misma corte desde el pasado 9 de abril hasta el 2 de mayo, donde solo pudieron entrar los abogados, el padre del joven y un periodista de Efe.

Esta última sesión, además, puede llegar a durar más de tres horas y en ella se espera que el juez fije la indemnización a la familia de la víctima, que podría ser de 30 millones de bats (casi 800.000 euros), como pide la familia Arrieta. A este respecto, Ospina ha anunciado que embargarán cualquier ayuda económica que la familia de Daniel Sancho pueda prestarle en prisión, además de cualquier aparición televisiva que haga el acusado en el caso de salir de prisión en cinco o diez años.

En cuanto al acceso a la sala, en un principio podrán entrar el abogado defensor, el fiscal, el propio Sancho y sus padres, además de personal de la embajada de España. Solo dos personas podrán estar dentro de la Corte tailandesa para escuchar el veredicto final y previsiblemente serán los padres del acusado. Tanto la defensa como la acusación recibirán una copia de la sentencia. Por su parte, los padres de la víctima, Ana Marcela Arteaga y Leovaldo José Arrieta, no están en Tailandia, como ya pasó durante el juicio previo.

La Fiscalía acusa a Sancho del asesinato premeditado de Arrieta, lo que trató de demostrar durante el juicio con decenas de pruebas y testigos, incluida la compra de cuchillos y una sierra días antes del supuesto crimen, así como del descuartizamiento del cirujano y del robo de su pasaporte. El Código Penal tailandés castiga el asesinato con penas que van desde 15 años de cárcel hasta la pena de muerte, que está establecida, entre otros, para los asesinatos con premeditación, si bien desde hace años el castigo máximo o no se aplica o se suele reducir.

Sancho, que confesó inicialmente el crimen ante la Policía de Phangan, mantuvo después y durante el juicio que la muerte de Arrieta, de entonces 44 años y con quien quedó en la isla, se debió a un accidente durante una pelea en la que se defendió de un supuesto intento de agresión sexual. De los tres cargos en su contra, el español solo ha aceptado haber descuartizado a Arrieta, delito castigado con un máximo de un año de cárcel. En tan solo unas horas se resolverá una de las sentencias más esperadas de los últimos tiempos.