La tensión generada en Venezuela tras las elecciones de julio han dejado al país en una nueva crisis política que este viernes se ha intensificado con la toma de posesión de Nicolás Maduro como presidente, un acto que ha comenzado cerca de dos horas antes de lo previsto. El líder del chavismo se ha vuelto a colocar la banda presidencial y ha jurado su cargo para el período 2025-2031 en la Asamblea Nacional (AN), controlada por el oficialismo, mientras que la oposición reivindica la victoria de Edmundo González Urrutia en las urnas.
La ceremonia ha incluido la firma del acta de juramentación por parte de Maduro y del resto de representantes de los Poderes del Estado. A continuación, el mandatario ha subido a la tribuna de oradores tras abrazarse con el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega. Durante la investidura, el paradero de González Urrutia, que anunció su intención de regresar a Venezuela para asumir también la presidencia, era desconocido y las últimas noticias que se conocían es que la víspera se encontraba en República Dominicana.
Maduro ha sido investido por el presidente de la AN, Jorge Rodríguez, en un acto solemne que ha contado con la presencia de figuras clave del chavismo como el fiscal general, Tarek William Saab; la presidenta del Tribunal Supremo de Justicia, Caryslia Rodríguez; el presidente del Consejo Nacional Electoral, Elvis Amoroso; y el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López. También han asistido algunos de sus aliados internacionales, como el presidente de Nicaragua y el de Cuba, Miguel Díaz-Canel; así como el expresidente hondureño Manuel Zelaya o representantes del líder chino, Xi Jingping; y el ruso Vladimir Putin.
Durante el juramento, realizado sobre un ejemplar original de la Constitución de 1999 firmado por el fallecido Hugo Chávez, Maduro ha declarado que su tercer mandato será un "periodo de paz", a pesar de que arranca rodeado de polémica. "Juro por el histórico, noble y aguerrido pueblo de Venezuela y ante esta Constitución, que haré cumplir todos sus mandatos. Inauguro el nuevo periodo de la paz, la prosperidad y la nueva democracia", ha proclamado ante el presidente del Parlamento, Jorge Rodríguez.
En su discurso, Maduro ha acusado a la oposición de estar al servicio de intereses extranjeros, señalando a EEUU y a lo que ha denominado "Estados Unidos de Europa". Asimismo, ha atacado a líderes sudamericanos contrarios a su régimen, como el presidente argentino Javier Milei, a quien ha calificado de "nazi sionista sádico social" que lidera la "extrema derecha" de la mano del "imperio norteamericano". "Cree que le puede imponer a Venezuela un presidente, a Venezuela no le impone un presidente nadie en este mundo", ha advertido.
"No soy el presidente, ni lo seré jamás, de las oligarquías, de los apellidos, de los supremacismos ni de los imperialismos", ha resaltado Maduro, al tiempo que ha acusado a la oposición de llevar a cabo "una conspiración nunca antes vista". "Si estamos aquí es porque el Estado venezolano en su conjunto, ejerciendo su derecho a la legítima defensa frente a una conspiración mundial, pública, evidente, comunicacional del poder de Estados Unidos y de sus satélites y esclavos en América Latina y en el mundo convirtieron la elección presidencial de Venezuela en una elección mundial", ha manifestado.
La oposición denuncia un "golpe de Estado"
Mientras Maduro daba su discurso desde la tribuna de oradores, la oposición mayoritaria de Venezuela, agrupada en la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), denunciaba en redes sociales la consumación de un "golpe de Estado". "Con la usurpación del poder por parte de Nicolás Maduro de la Presidencia de la república, apoyado por la fuerza bruta y desconociendo la soberanía popular expresada contundentemente el pasado 28 de julio, se ha consumado un golpe de Estado en contra de los derechos del pueblo venezolano".
La coalición opositora ha insistido en que González Urrutia es el presidente legítimo de Venezuela y ha anunciado una nueva etapa de "resistencia democrática permanente y activa": "Debemos hacer sentir una conducta de resistencia democrática permanente y activa, hasta que se respete la Constitución nacional y en especial la soberanía popular". Además, ha instado a la comunidad internacional a rechazar el mandato de Maduro y a apoyar los esfuerzos para lograr una transición democrática en el país.
En este sentido, la Unión Europea ha afirmado que Maduro carece de la legitimidad de un presidente democráticamente elegido. "Las autoridades venezolanas perdieron una oportunidad clave de respetar la voluntad del pueblo y asegurar una transición democrática transparente con garantías para todos. Nicolás Maduro, por tanto, carece de la legitimidad de un presidente democráticamente elegido", ha señalado la jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas.
EEUU también ha confirmado que no reconoce a Maduro como presidente de Venezuela y ha reclamado que González Urrutia, a quien considera el ganador de las elecciones, sea juramentado como nuevo mandatario. "El presidente electo Edmundo González Urrutia debe juramentar y debe comenzar la transición democrática. Estamos dispuestos a apoyar el retorno a la democracia en Venezuela", ha reclamado el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken.
"Hoy, Nicolás Maduro celebró una ceremonia de investidura presidencial ilegítima en Venezuela en un intento desesperado por tomar el poder", ha expresado el jefe de la diplomacia estadounidense. "Maduro perdió claramente las elecciones presidenciales de 2024 y no tiene derecho a reclamar la presidencia", ha añadido.
