Los jefes de almacén de todo el mundo, y especialmente en España, luchan por contratar y retener talentos en el mercado laboral más ajustado de las últimas décadas.
En España, la tasa de desempleo ha disminuido significativamente, con una reducción de 59.000 personas, hasta alcanzar los 2,61 millones de parados, el menor nivel desde 2008. Esto intensifica la competencia por trabajadores cualificados en la logística y la gestión de almacenes.
Sin embargo, la naturaleza estresante del trabajo de almacén, caracterizada por largas horas y tareas físicamente exigentes, hace poco por incentivar al personal a solicitar o permanecer en estos puestos. Esto se ve agravado por la necesidad de cumplir con la creciente demanda del comercio electrónico y las presiones para mejorar los tiempos de entrega.
En la industria de almacenamiento, el estrés diario se ve agravado por la tediosa labor de empujar o tirar de maquinaria pesada. A esto se suma el creciente volumen de trabajo que afecta a los indicadores de rendimiento, presionando a los trabajadores para cumplir con los plazos de los SLA —siglas en inglés de ‘Service Level Agreement’, un contrato que describe el nivel de servicio que un cliente espera de su proveedor—.
Ante estas situaciones, tanto operarios como gerentes pueden sentirse superados si todavía utilizan operaciones manuales. Sin embargo, existe una solución: la adopción de automatización y robótica.
Cuando se suele pensar en la automatización en forma de robots, se tiende a imaginar la sustitución de trabajadores humanos. Nada más lejos de la realidad, los robots móviles autónomos —AMR, por sus siglas en inglés— trabajan junto a los operarios para poder crear un entorno de trabajo más agradable y mucho menos estresante.
Reduciendo la carga física, los robots asumen las tareas de transporte más exigentes y que tradicionalmente realizaban los operarios, permitiéndoles centrarse en tareas que utilizan su intelecto y evitando que tengan que, por ejemplo, caminar más de 20 kilómetros al día en un almacén empujando un carro de más de 90 kilos.
Al automatizar estos procesos, los almacenes pueden reducir la carga física, lo que lleva a una fuerza laboral más saludable y feliz.
Otro elemento a tener en cuenta es que la mano de obra existente está envejeciendo, lo que aumenta la presión sobre los trabajadores para que mantengan el ritmo. Gracias a las automatizaciones es posible retener el talento y facilitar su trabajo sin grandes cargas, lo que mejora el lugar de trabajo en general, mejora su salud y reduce la fatiga de los trabajadores.
Cada una de las labores que actualmente desempeña la tecnología de forma automática permite mejorar la eficiencia en la recogida, clasificación y procesamiento de devoluciones a un ritmo que los almacenes manuales no pueden igualar. Esta mayor eficiencia ayuda a gestionar los aumentos estacionales de volumen y garantiza que la satisfacción del cliente se mantenga alta.
Al mismo tiempo, este tipo de soluciones favorece una mejor seguridad gracias a características avanzadas que minimizan los accidentes laborales. Los AMR, por ejemplo, tienen sistemas de navegación precisa capaces de evitar colisiones, lo que los hace más seguros que los métodos de transporte manual. De hecho, los AMR están diseñados con la seguridad y protección de los trabajadores humanos en mente y se someten a pruebas y evaluaciones exhaustivas, tanto antes como después de la producción.
Robótica aplicada a reducir el estrés laboral
Al liberar a los trabajadores de tareas rutinarias y repetitivas añadiendo la automatización robótica, estos quedan libres para centrarse en otros trabajos más complejos, atractivos y gratificantes, con mayor peso y valor dentro de la empresa. Aunque la automatización de almacenes ofrece una productividad y precisión impresionantes, las máquinas no pueden replicar el juicio, la creatividad y la inteligencia emocional humanos.
Este cambio puede llevar a una mayor satisfacción laboral y menos estrés mental. Con capacitación, el personal se convierte en cualificado para asumir responsabilidades de mayor valor. Creando horarios de trabajo consistentes, la automatización de almacenes puede llevar a horarios de trabajo más predecibles, reduciendo la necesidad de horas extras y el estrés de horarios impredecibles.
El camino hacia un almacén menos estresante no solo trata de implementar tecnología: se trata de crear una asociación entre humanos y máquinas que eleva toda la operación. Este cambio no solo beneficia el bienestar de los asociados y gerentes, sino que también impulsa el éxito operativo y la sostenibilidad.
A su vez, los retos cotidianos de la gestión de almacenes con las crecientes presiones del mercado durante diferentes etapas especialmente competitivas pueden resultar abrumadores. A medida que una empresa aumenta sus ventas durante los períodos pico, también lo hacen los nervios y el agobio de los trabajadores. La integración de más robots en las operaciones, que puede realizarse rápidamente con Robots as a Service (RaaS) de forma puntual, mejora las capacidades del almacén sin necesidad de realizar cambios drásticos en la infraestructura.
