Koldo García culminará este martes la primera ronda de comparecencias ante el juez instructor del Tribunal Supremo Leopoldo Puente, que en los últimos días ya ha tomado declaración al exministro de Transportes José Luis Ábalos y al presunto comisionista de la trama Koldo, Víctor de Aldama. El exasesor de Ábalos se enfrentará a un interrogatorio complicado, puesto que su antiguo jefe y el conseguidor Aldama han cargado sobre él gran parte de la responsabilidad de la corruptela, según han explicado a este periódico varias fuentes cercanas a la causa.
Según declaró el actual diputado del Grupo Mixto José Luis Ábalos ante el juez del Supremo, la relación de Aldama con el Ministerio de Transportes se ceñía al contacto con Koldo García. Este habría sido quien enlazó al "nexo corruptor" Víctor de Aldama con varias instituciones públicas que acabaron comprando mascarillas a la empresa Soluciones de Gestión, a través de la cual Aldama se habría llevado comisiones millonarias.
Pese a que Ábalos expuso esta versión al Supremo y dio a entender que él a penas tuvo contacto con Aldama, el exasesor Koldo García no considera que su antiguo jefe faltase a la verdad ni fuese injusto en su declaración. Según fuentes cercanas a la causa, lo más probable es que Koldo García y Ábalos hayan preparado una estrategia procesal común y que el antiguo asesor del ministro no le incrimine durante su comparecencia de este martes. Lo contrario sería "inexplicable", sentencian.
Por mucho que no dispare contra Ábalos, este martes García podrá aprovechar para responder a las acusaciones de Víctor de Aldama. El conseguidor ya cargó contra Koldo García durante su declaración voluntaria ante el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno el pasado noviembre. Aldama señaló que tanto Ábalos como su asesor habían cobrado comisiones de cientos de miles de euros. Tan solo por el negocio de las mascarillas, según la versión del comisionista, el exasesor de Ábalos se habría llevado 200.000 euros en mordidas.
Pero en las últimas semanas Víctor de Aldama ha ido ampliando el foco más allá del negocio de las mascarillas que dio origen a la causa. Así, el comisionista asegura que incluso antes de la pandemia el Ministerio de Transportes preadjudicó varias obras públicas a dedo y, a cambio, Ábalos y Koldo García se habrían llevado comisiones de entre 3,5 y 4 millones de euros, parte de las cuales habrían destinado al Partido Socialista.
Este lunes, horas antes de la declaración del exasesor de Ábalos, Víctor de Aldama aportó en el Tribunal Supremo varios pantallazos de conversaciones de WhatsApp con Koldo García. Entre las conversaciones aparece un manuscrito que según Aldama sería obra de Koldo García y que se referiría a las adjudicaciones amañadas de obras públicas. Según Aldama, la nota data de mayo de 2019 y es obra del exasesor de Ábalos, aunque este ya lo ha desmentido en el programa Todo Es Mentira.
Desde que estalló la causa con su detención hace diez meses, Koldo García ha mantenido dos estrategias: o bien ha guardado silencio - como hizo en la Audiencia Nacional y en la comisión de investigación del Senado- o bien ha mantenido que es inocente y que no cobró ninguna mordida. Sin embargo, los informes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil sitúan a Koldo como uno de los tres pilares de la trama corrupta.
Tras analizar estos informes, la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo concluyó que Aldama "se valía" de su relación con García y Ábalos para conseguir la adjudicación de contratos públicos. Por otro lado, el alto tribunal señaló que Koldo García "intervenía activamente en la contratación, gestionaba los contratos de adjudicaciones a las empresas y, al tiempo, realizaba operaciones para ocultar cobros recibidos de la organización y en las que el aforado ante la Sala [Ábalos] también intervenía".
Si después de estudiar estos informes y tomar declaración a Ábalos, Aldama y García, el juez considera que existen indicios para investigar al exministro, deberá dar el siguiente paso y pedir un suplicatorio al Congreso de los Diputados. El futuro de la causa que asumió el Supremo el pasado 7 de noviembre dependerá de la respuesta que de la Cámara, seguramente favorable si se tienen en cuenta los precedentes.