El Gobierno ultima el decreto de nuevas ayudas al transporte "bastante universales" pero más restrictivas que las actuales

Los descuentos para los abonos de transporte metropolitano o la gratuidad de los trenes de Cercanías, Media Distancia y Avant para usuarios frecuentes dejarán de ser generales a partir del 1 de enero de 2025, pero seguirán cubriendo a una buena parte de la población, según apuntan fuentes del Gobierno al tanto de la elaboración del decreto que antes de fin de año debe aprobar el nuevo régimen de ayudas al transporte público. A falta de cerrarlo definitivamente dentro del Ejecutivo y de terminar de negociarlo con los grupos parlamentarios, la idea que se desliza es que a partir del año que viene las ayudas no serán para todo el mundo como hasta ahora, pero sí "bastante universales". Para ello, el Gobierno prevé destinar un presupuesto que, si bien es inferior a los 1.340 millones de euros que gastó en 2024, ronda los mil millones.

A dos semanas de que termine el año, el real decreto ley que deberá extender más allá de 2024 los descuentos al transporte está ya "muy avanzado", según las fuentes consultadas. En principio, se espera que lo apruebe en el que de momento será el último Consejo de Ministros del año, el 23 de diciembre y "mantiene buena parte de sus bonificaciones". Aunque no todas. No van a ser universales como hasta ahora, cuando, por ejemplo, todos los habitantes determinada ciudad han podido acceder por igual a los descuentos de al menos el 50% en los títulos de viaje, con el 30% de aportación estatal y al menos el 20% autonómica. A partir de 2025, tampoco cualquier usuario podrá sacarse un abono de usuario frecuente de Cercanías o de trenes de Media Distancia podrán tener un abono gratuito.

La intención del Gobierno es recortar el número de beneficiarios en el nuevo régimen de ayudas, en el que se mantendría al menos para los más jóvenes y por tramos de edad, para la población con menos recursos económicos o para, en el caso de los trenes, los usuarios frecuentes. En el caso de estos últimos, de una manera distinta hasta ahora, en la que el fraude en los abonos ha sido una constante, por ejemplo, merecía la pena pagar 20 euros por un abono para hacer solo uno o dos trayectos. Entre las pocas pistas que de momento ha dado el ministro de Transportes. Óscar Puente, aparece un mecanismo por el que los viajeros frecuentes obtengan su bonificación a posteriori, en función de los viajes realizados, y sería mayor en función de su número.

Hacienda y las comunidades presupuestan

Dentro del Gobierno, el decreto tiene que tener todavía el visto bueno definitivo, también por parte de Hacienda, que es quien controla un gasto que si no los 1.300 que destinó puede llegar a superar los 1.000 millones, a los que se suman después las aportaciones municipales y autonómicas. De momento, las comunidades autonómicas van tomando decisiones y preasignando fondos en sus presupuestos contando con que, de un modo u otro, también habrá bonificaciones en 2025.

Por ejemplo, la Comunidad de Madrid presentó en octubre sus Cuentas para 2025 que incluyen una partida para correr con el 30% de bonificación que ha aportado en 2024 al precio de los abonos transporte, que se suma al otro 30% del Gobierno, condicionado a que los gobiernos regionales pusieran por lo menos otro 20%. La Xunta de Galicia mantendrá la gratuidad del transporte interurbano no para los menores de 21 años y mayores de 65.

El Gobierno estudia una eventual prórroga técnica

La gratuidad de los trenes de Cercanías, de Media Distancia y Avant para usuarios frecuentes y los descuentos de un mínimo del 50% en los abonos transporte de las ciudades entre la contribución de Gobierno central y autonómicos que ha venido funcionando desde 2022 para ayudar a los ciudadanos a hacer frente a la subida de la inflación expirarán el 31 de diciembre y qué pasará a partir de entonces es una de las grandes incógnitas en materia de transportes y de las que afectan al bolsillo de los ciudadanos desde hace meses. Sobre todo, desde que en septiembre Puente dejase clara su apuesta por terminar con las rebajas y la gratuidad generales de los dos últimos años.

"Mi posición es que esta política debe cambiar", dijo en un primer momento, aclarando después que no se iba a pasar del actual sistema a ningún tipo de ayuda, sobre todo para jóvenes, hogares vulnerables y usuarios frecuentes. "La gratuidad en ningún caso será sustituida por la nada, no será a cambio de nada", dijo. De hecho, en estos momentos, el Gobierno se plantea una "prórroga técnica" de las ayudas actuales más allá del 31 de diciembre si no consigue los apoyos necesarios para que el Congreso convalide el nuevo decreto que está preparando, que es la prioridad y lo que cree que sucederá. La tercer opción, que se descarta, sería que el régimen actual expire a final de año y el 1 de enero no hay ninguna bonificación.

La posición del Gobierno es que los descuentos en el transporte público sí sirvieron para aliviar las economías domésticas en un momento de elevada inflación que ya se ha moderado pero no han logrado el otro objetivo, vinculado con la descarbonización, que los conductores dejaran sus coches particulares en casa y utilizaran el transporte colectivo. Puente mantiene las bonificaciones no son un incentivo suficiente para que los conductores cojan el metro, el autobús o el tren y que hacia lo que hay que ir es a ofrecer atractivos por los que, asegura, sí lo harían, como un servicio de calidad o una mayor frecuencia.

Junts y PNV, dentro; Podemos exige seguir igual

No corren buenos tiempos parlamentarios para el Gobierno, con crecientes dificultades para ver aprobados sus proyectos o para taponar pactos alternativos entre otros partidos y en esta ocasión la intención es que el real decreto ley con el nuevo régimen de ayudas al transporte público salga ya del Consejo de Ministros con la certeza de que dentro de los 30 días después tendrá un apoyo mayoritario en el Congreso.

El Gobierno no espera el apoyo del PP y Vox, ni siquiera en forma de abstención, de modo que necesita el resto del arco parlamentario. En estos momentos, cuenta con tener el apoyo de Junts y PNV, que no querían que las bonificaciones siguieran siendo universales. como así será. El escollo más importante es Podemos, que exige que las ayudas se mantengan unas ayudas que considera que han sido "muy exitosas", que "han beneficiado a millones de familias", que ayuda a "atajar la emergencia climática" y "favorece especialmente a las rentas bajas y a las mujeres", porque son estos dos colectivos los que más utilizan el transporte público.

Dependiendo a quién se pregunte, las negociaciones en curso entre el Gobierno y Podemos tienen ritmos distintos. En el Ejecutivo son optimistas por la actitud de los morados, que creen que han quedado positivamente sorprendidos tras conocer sus planes concretos. Por el contrario, los morados creen que lo que han visto "desmantela significativamente" los descuentos al transporte, algo "erróneo" y "contrario a los intereses de las mayorías sociales", apuntan desde la formación de Ione Belarra, que sigue negociando con el Gobierno para mantener el modelo vigente.

Además de la cuestión de fondo de qué bonificaciones se mantendrán y para quién y cuáles no, existe otra incógnita, que también entraña su riesgo parlamentario. Puente querría que el real decreto ley contemple exclusivamente las ayudas al transporte y que el Gobierno no aproveche para elaborar un "decreto ómnibus" o "escoba", con medidas de todo tipo y, entre ellas, algunas que no tendrían el aprobado del Congreso y que los grupos parlamentarios se vean obligados a apoyar para que se mantengan las bonificaciones al transporte. No sería ni mucho menos la primera vez que el Gobierno emplea esta artimaña para 'colar' medidas conflictivas y que los grupos han calificado en el pasado directamente de "chantaje".

Al margen de lo que querría el ministro, fuentes del Gobierno reconocen que, en estos momentos, la opción más probable es un decreto que incluya muchos otros aspectos, algo sobre lo que advirtió el PNV esta misma semana en el Congreso. En una comparecencia de Puente ante el Pleno, la diputada jetzale Maribel Vaquero fue muy clara al respecto. "Una advertencia, señor ministro: tenga cuidado con los decretos leyes que vayan a aprobar en relación con las ayudas al transporte. No aprovechen la coyuntura para incluir otras medidas, no jueguen a la ruta de la fortuna porque puede que les salga mal".

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