OpenAI, empresa fundada por Sam Altman, es la creadora del famoso chatbot ChatGPT. Esta inteligencia artificial se hizo oficial en noviembre de 2022 y, desde entonces, puede crear texto, generar imágenes, buscar información en tiempo real como si fuese Google, recordar determinados temas tratados en las conversaciones, traducir contenido, hacer resúmenes o programar código, entre otras de sus amplias capacidades.
Sin embargo, la compañía de Altman da un giro de 180º en sus servicios, debido a que OpenAI ha firmado una asociación Anduril, una empresa emergente de defensa que fabrica misiles, drones y software para el Ejército de Estados Unidos.
Como parte de la asociación, OpenAI integrará un software en los sistemas antidrones de Anduril que detectan y derriban drones, pero, ¿qué proporcionará exactamente? Sam Altman afirma en un comunicado que "la asociación con Anduril garantizará que la tecnología de OpenAI proteja al personal militar estadounidense", además, "ayudará a la comunidad de seguridad nacional a comprender y utilizar responsablemente esta tecnología para mantener a los ciudadanos seguros y libres".
Por otro lado, los avances tech de OpenAI se utilizarán para mejorar los sistemas utilizados en defensa aérea, evaluarán las amenazas con mayor rapidez, desarrollarán soluciones responsables, permitirán a los operadores militares y de inteligencia a tomar decisiones más rápidas y precisas en situaciones de alta presión, mejorarán el conocimiento de la situación, sintetizarán datos sensibles y reducirán la carga de los operadores humanos.
Más allá de todas estas capacidades, de momento, OpenAI y Anduril no han publicado otros detalles sobre la asociación, pero, como se puede comprobar, el programa se centrará en la defensa del personal y las instalaciones estadounidenses de las amenazas aéreas no tripuladas.
OpenAI cambia sus políticas y apuesta por el uso militar
A principios de año, OpenAI modificó su política sobre el uso de su inteligencia artificial para aplicaciones militares. "Cuando la empresa suavizó su norma, que antes era clara, fue para permitir la colaboración con el ejército en contextos limitados, como la ciberseguridad, la prevención del suicidio y la ayuda en caso de catástrofes", indica MIT Technology Review.
Por otro lado, dicho medio apunta que, "ahora, OpenAI está abrazando abiertamente su trabajo en materia de seguridad nacional. Si trabajar con ejércitos o empresas de tecnología de defensa puede garantizar que los países democráticos dominen la carrera de la IA, hacerlo no contradirá la misión de garantizar que los beneficios de la inteligencia artificial se compartan ampliamente. De alguna manera, al adoptar la defensa, OpenAI simplemente se está poniendo al día".
Es importante mencionar que OpenAI se posicionó como una organización que tenía la misión de garantizar que la inteligencia artificial general beneficiara a toda la humanidad, teniendo en cuenta que había prometido públicamente que trabajar con los ejércitos contradeciría esa misión.
