Infrautilizadas tras el invierno pero con más de 2.000 descargas de gas hasta 2039: la doble vida de las regasificadoras en España

Dos años después de que Europa comprobara cómo su dependencia del gas natural ha hacía vulnerable a precios disparados como los que provocó la guerra en Ucrania y el desafío energético de Vladimir Putin que la precedió, la crisis energética parece disiparse y, con ello, una de las urgencias que surgieron de la necesidad de buscar productores de gas alternativos a Rusia. En 2022, España sacó pecho de ser uno de los países de la UE con más regasificadoras, con seis plantas de la veintena total en otros tantos puertos capaces de devolver el estado gaseoso al gas natural que llegaba licuificado (GNL) en barcos desde destinos distintos como Estados Unidos o Argelia que, sin embargo, tienen una actividad desigual a lo largo del año. Mientras que en noviembre de 2023 operaron al 85 y 90% según Enagás, un informe de seguimiento de las importaciones de GNL a Europa señala que, como la mayoría de las regasificadoras europeas, cuatro de las seis españolas están infrautilizadas y que entre enero y junio de este año su actividad solo abarcó entre el 10 y el 30% de su capacidad.

Estos son algunos de los datos que arroja el último informe elaborado por el Institute for Energy Economics and Financial Analysis (IEEFA), una organización con sede en Londres, que aboga por el fin del consumo de combustibles fósiles y que periódicamente analiza datos de Eurostat o los que ofrecen los operadores europeos de gas y boletines de almacenamiento de gas para determinar en esta ocasión que la caída de un 3% del consumo de gas entre enero y junio de este año, así como de las importaciones europeas de GNL está llevando a que las regasificadoras -una veintena en 2022, seis de ellas en España- tengan un uso muy por debajo de su capacidad. En un informe difundido este jueves, pone en duda los planes en Alemania, Grecia o Polonia de seguir construyendo estas infraestructuras gasistas porque considera que serán cada vez menos necesarias. En el caso español, el Gobierno recuperó el año pasado la planta asturiana del puerto del Musel, en principio solo destinada para almacenamiento de gas pero no como regasificadora.

Sin embargo, las regasificadoras españolas no corren el riesgo de momento de parar su actividad, puesto que Enagás cifra en 2.139 los 'slots', las peticiones para descargar GNL por parte de metaneros, que tiene ya reservadas entre noviembre de 2024 y el año 2039.

En un informe difundido este jueves, pone en duda los planes en Alemania, Grecia o Polonia de seguir construyendo estas infraestructuras gasistas porque considera que serán cada vez menos necesarias. En el caso español, el Gobierno recuperó el año pasado la planta asturiana del puerto del Musel, en principio solo destinada para almacenamiento. Tampoco están previstas más inversiones porque las regasificadoras en España estaban construidas mucho antes de la crisis energética de 2022, cuando se convirtieron en una de las principales vías de entrada de gas no ruso a la UE. Desde febrero de 2022 y marzo de 2023 a los puertos españoles llegaron 157 carga de GNL que en parte terminaron en otros países. Enagás dice que fueron necesarios 4.500 millones para construirlas y han permitido un ahorro de 10.000 en la factura energética.

Barcelona, Sagunto, Cartagena y Huelva

Sin embargo, esta actividad no es uniforme y puede descender mucho en meses como los de la primera mitad del año, según refleja el informe del IEEFA. "Después de una caída en 2023 por debajo de los últimos 10 años, el consumo de gas en Europa se hundió un 5,4% en la primera mitad de 2024. El consumo ha caído un 3%. Esto se traslada en una menor necesidad de importaciones de GNL, que cayeron entre un 11 y un 20% en la UE en la primera mitad de 2024", dice el informe. "La construcción de terminales de GNL debería terminar", afirma Ana Maria Jaller-Makarewicz, su jefa de análisis de energía.

El IEEFA señala que entre enero y junio de 2024 la mitad de las regasificadoras en la UE tuvieron un uso por debajo del 50%. En concreto, del 47,2% frente a una actividad al 62,8% de su capacidad en el mismo periodo de 2023. Entre ellas están cuatro de las seis regasificadoras que hay en España, con una actividad muy por debajo de ese menos de la mitad de la capacidad.

Así, la de Barcelona habría funcionado al 11% de sus posibilidades, la de Sagunto, al 21%, la de Cartagena, al 21% y la de Huelva, al 27%, según un informe que no menciona la actividad de las otras dos, en Bilbao y Mugardos (A Coruña), de modo que cabe situar su actividad por encima de esa cota.

Frente a la postura del IEEFA, la Comisión Europea tiene muy en cuenta estas infraestructuras y las nuevas y ampliaciones que se proyectan en su informe sobre el Estado de la Energía en la UE de 2024 que presentó este miércoles en Bruselas, donde celebra la disminución del consumo de gas en un 18% en la primera mitad del año pero cuenta con que continúe la importación de GNL, no de Rusia, sino de otros países.

Si en los primeros meses del año, a medida que se va saliendo del invierno y llegando el buen tiempo que exige menos gas, estas infraestructuras reducen su actividad, su existencia se sustenta en la necesidad por parte de los países de que existan para actuar cuando es necesario, en los picos de demanda que, en su ausencia, podrían perjudicar el suministro de gas

tener previsto su funcionamiento cuando es necesario

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