El Gobierno central y Canarias se han marcado un plazo de diez días para tener zanjado un texto legislativo para la reubicación extraordinaria de los menores migrantes no acompañados que mantienen saturados los sistemas de acogida de las islas. Según ha contado el dirigente canario, Fernando Clavijo, tras reunirse este jueves con el ministro de Política Territorial, ambas administraciones esperan que a finales de mes puedan enviar la iniciativa al Congreso para que sea convalidada por los grupos políticos, con quienes ambos siguen manteniendo conversaciones para asegurar su apoyo.
El encuentro, mantenido a primera hora de esta mañana, se produce apenas horas después de que Clavijo reclamase al Ejecutivo central una reunión para poner fin a la crisis migratoria que vive el archipiélago. "Canarias no puede seguir esperando", ha sentenciado el líder canario a su salida de la reunión, que sí ha tildado de "provechosa". Lo que se ha puesto sobre la mesa este jueves son dos asuntos clave en la marcha de las negociaciones para aliviar la presión que sufren los centros de menores en el archipiélago y Ceuta. Uno de ellos viene de lejos, que es la reforma de la ley de extranjería que no se consiguió sacar adelante en julio por los votos en contra de PP y Junts.
El otro es un decreto ley planteado hace unas semanas por Clavijo para aprobar un mecanismo extraordinario que asegure una "solución más rápida" para esa reubicación al resto de comunidades mientras se intenta en paralelo, de nuevo, llegar a un acuerdo para modificar el artículo 35 de la ley de extranjería. Esta última es una opción que nunca ha terminado de convencer del todo al Gobierno central, que duda de su encaje legal. "Los servicios jurídicos habían encontrado algunos matices y hemos quedado en que en los próximos 10 días los servicios jurídicos del Gobierno de Canarias y los del Ministerio van a tener un texto cerrado para poder someterlo a la Abogacía del Estado", ha detallado.
El texto, según Clavijo, daría una "solución más rápida" a la situación "límite" que dice que están viviendo en las islas en un arranque de año "muy duro", que, augura, "va a continuar". "No hay nada en el horizonte que nos aventure que se va a atenuar o se va a reducir, sino más bien todo lo contrario. La presión cada vez es mayor en esos países, en Senegal, Gambia, Marruecos y Mauritania", ha advertido.
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