Si 2023 fue el mejor momento deportivo de la historia de la selección española femenina, con la Roja alcanzando la gloria absoluta con el Mundial, el año 2024 ha sido un año de altibajos: España ganó la Nations League y volvió a hacer historia al clasificarse por primera vez a unos Juegos Olímpicos, pero en París 2024 decepcionó al volver a casa sin medalla al cuello. Y eso no es todo: las curvas han vuelto con un polémico relevo generacional iniciado con las ausencias de Jenni Hermoso e Irene Paredes en la última convocatoria.
Gloria en la Nations League y billete a París 2024
Después de tocar el cielo —y el infierno— en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda, la selección española empezó el año por todo lo alto: tumbó a Países Bajos en las semifinales, con goles de Jenni Hermoso, Aitana Bonmatí y Ona Battle, para meterse en la final y quedarse con el billete a unos Juegos Olímpicos por primera vez en su historia.
Pero la ambición de la Roja no se quedó ahí. Ante Francia, ya clasificada a París 2024 por ser anfitriona del mayor evento deportivo del mundo, el equipo de Montse Tomé no tuvo piedad y se impuso en el partido decisivo (2-0) para añadir a sus vitrinas su segundo título en apenas unos meses.
Desastre en los Juegos Olímpicos
Con el trofeo de la Nations League y la Copa del Mundo en sus vitrinas, además de los Balones de Oro de Alexia Putellas y Aitana Bonmatí en el palmarés del fútbol femenino nacional, España llegó a la cita olímpica con la vitola de favorita. Una etiqueta que la expedición española intentó esquivar, recordando una y otra vez que era su primera participación en unos Juegos.
Esa falta de experiencia se notó muy pronto, cuando la selección empezó a dejar muestras de debilidad: superada la fase de grupos con pleno de victorias sobre Japón (2-1), Nigeria (1-0) y Brasil (0-2), la Roja firmó un mal partido en cuartos y estuvo cerca de la eliminación ante Colombia, pero remontó para terminar clasificándose en los penaltis; en semifinales.
Las semifinales fueron aún peores: el choque ante la Canarinha empezó con un gol en propia puerta, al que España no encontró solución, y un 0-2 al descanso para el combinado carioca. Al volver de vestuarios, nada cambió, y un sinfín de errores terminaron en goleada y sin final para una España desconocida.
Aún quedaba el partido por el bronce, ante Alemania. Pero ni ahí se repuso la selección española, que cayó 0-1, pese a que tuvo la oportunidad de empatar en el último minuto con un penalti que erró Alexia Putellas, y se marchó de París 2024 con solo un diploma olímpico.
Aitana Bonmatí y el Barça siguen dominando
Como ocurriese en 2023, todos los premios individuales —Balón de Oro y The Best— han sido para una Aitana Bonmatí que sigue siendo la mejor jugadora del mundo de manera indiscutible. Además, la centrocampista de Sant Pere de Ribes fue elegida mejor jugadora de la pasada Champions League, tras marcar seis goles y seis asistencias, incluido un tanto en la final, y darle al Barça su tercera Copa de Europa.
Con el conjunto culé pasa lo mismo: es el gran rival a batir este curso, después de haberse hecho con todos los títulos posibles —Champions, Liga, Copa de la Reina y Supercopa de España— la temporada pasada. El equipo blaugrana, además, revalidó su título europeo tumbando en la final a su gran bestia negra, el Olympique de Lyon.
Un 2025 de revolución
La última lista de Montse Tomé ya dejó entrever lo que de verdad se avecina en la selección española femenina de fútbol para 2025: una auténtica revolución en la plantilla con lo que ha sido el inicio de un relevo generacional que ha dejado fuera a Jenni Hermoso e Irene Paredes.
Será, además, en un año en el que buscará tachar de su lista su gran asignatura pendiente, un trofeo que aún no tiene en sus vitrinas: la Eurocopa. En Suiza, el próximo verano, la Roja intentará ganar su primera copa continental, con Italia, Bélgica y Portugal como sus primeros rivales en la fase de grupos.
