El paso de Jésica Rodríguez por el Tribunal Supremo, donde este jueves declaró como testigo, ha arrojado luz sobre varios asuntos que la vinculan con la trama corrupta que se investiga en el caso Koldo. Según fuentes presentes en su declaración, la expareja del exministro José Luis Ábalos reveló ante el juez que ella le trasladó su currículum al titular de Transportes en 2019 y consiguió empleo en una empresa pública al poco tiempo. Una vez firmado el contrato, quedó a las órdenes del hermano de Koldo García, que nunca le dio ninguna, de modo que realmente no llegó a trabajar: solo cobraba.
Cobraba 1.060 euros mensuales, según confirmó ante el instructor Leopoldo Puente en una declaración de unos 45 minutos. Durante la testifical, Rodríguez explicó que estaba "estudiando una carrera" universitaria y conoció a Ábalos en 2018. En aquel momento, la testigo vivía en un apartamento junto a "unas amigas" y el ministro le dijo que "tenía una edad para estar compartiendo piso".
"Nos veíamos todas las semanas, entonces él tampoco podía venir a mi casa. Me dijo que cogiera un piso que me gustara", relató Rodríguez al magistrado instructor, según fuentes jurídicas. El piso que finalmente eligió está situado en Plaza de España (Madrid), "cerca de Ferraz" y también de la universidad en la que estudiaba la testigo. El precio del alquiler: 2.700 euros mensuales que, según dijo ante el juez, Jésica Rodríguez no sabe quién los pagaba.
Los informes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, en cambio, apuntan a que el alquiler lo abonaba Luis Alberto Escolano, un socio del comisionista Víctor de Aldama que financiaba el piso por indicación de este último. El pago del alquiler sería una presunta contraprestación de los empresarios al exministro de Transportes a cambio de la adjudicación de contratos públicos.
De modo que Jésica Rodríguez tenía un piso de lujo alquilado en Plaza de España sin necesidad de pagar el alquiler y, mientras tanto, seguía estudiando la carrera. Pero, de nuevo, Ábalos le instó a dar otro paso adelante, tal y como señaló ante el juez: "Me dijo que era bueno que trabajase mientras estudiaba". Así que la estudiante le dio su currículum al ministro "por WhatsApp" y al poco tiempo le llamaron de una empresa para que remitiese el currículum "a una web".
"Me imagino que me llamaron por encargo del señor Ábalos, sí, porque yo no había echado el CV en ningún sitio", relató Rodríguez ante el juez, según apuntan fuentes jurídicas. Tras aquella llamada hubo otra en la que invitaron a la testigo a hacer una entrevista "muy sencilla". Y así ingresó a trabajar en la empresa INECO, dependiente del Ministerio de Transportes. Rodríguez iba a ejercer de "auxiliar administrativa" y su jefe sería Joseba García, hermano del asesor de José Luis Ábalos.
Se reunió con él en una ocasión, y este le contó su trayectoria profesional y le indicó que quedara a la espera de que él la necesitase. Pero esto no pasó nunca. Fueron "dos años de contrato" y, cuando acabó este lapso, Rodríguez informó a Koldo García, pese a que ya no mantenía una relación sentimental con Ábalos. Las llamadas al asesor del ministro bastaron para encontrar otro empleo, esta vez en la empresa pública Tragsatec.
De acuerdo con fuentes jurídicas, Rodríguez dijo no recordar exactamente cómo logró obtener este nuevo empleo, si bien la testigo confirmó que no había hecho ninguna entrevista de trabajo. Fueron otros seis meses de empleo cobrando el salario mínimo interprofesional.
