La concienciación por una vida más saludable y llena de actividad física está cada vez más presente en países como España. El sedentarismo es todavía una lucha que tiene como objetivo frenar el avance de enfermedades metabólicas. Así pues, son muchas personas la que empiezan a ir al gimnasio o salen a correr para comenzar así una rutina de ejercicio. Sin embargo, el desconocimiento de las técnicas e incluso el material y el calzado escogido conlleva en muchas ocasiones problemas físicos como las lesiones.
En este contexto, una reciente investigación realizada por investigadores del Centro de Rendimiento Deportivo de la Universidad de Florida ha encontrado el modelo de zapatilla de correr que más lesiones produce a las personas que practican running. Por ello, los expertos recomiendan seguir una serie de recomendaciones a la hora de elegir el calzado con el que vamos a realizar los ejercicios.
La suela del zapato, el mayor problema de las zapatillas de running
La investigación realizada por el Centro de Rendimiento Deportivo halló en su estudio que aquellas personas que utilizan zapatillas con talones altos o gruesos son más propensas a sufrir lesiones. Para ello, analizaron más de seis años de datos sobre lesiones y las características del zapato, tales como el peso, la amortiguación y la altura del tacón. Así pues, mediante vídeos de corredores en cita o en suelo pudieron analizar la pisada, es decir, cómo el pie toca por primera vez el suelo.
Aquellos que lo hicieron con zapatillas de suela más plana pudieron tener una mejor comprensión de cómo sus pies se mueven corriendo. Mientras que, aquellos que usaron un tacón más alto, tenía una tasa mayor de lesiones. La directora del Centro de Rendimiento Deportivo en declaraciones a otro medio internacional sobre la investigación explicó que se observó que: "cuando los corredores corren con los talones apoyados más arriba, pueden tener la falsa sensación de que el antepié es el que impacta primero y, a menudo, creen que son 'corredores con el antepié'".
Esto, por tanto, es lo que provoca la confusión sobre el movimiento del piel en las personas que corren, ya que los tacones alto reducen la capacidad para sentir o reaccionar ante el suelo. Y, además, es lo que les lleva a elegir un calzado que no es adecuado a sus pies, aumentando así las probabilidades de lesión u otras molestias.
Cómo elegir unas buenas zapatillas para correr
Bien es cierto que las personas que corren pueden tener distinta pisada, bien de antepié o bien de talón. En la mayoría de ocasiones, las lesiones no se producen por el estilo de la zapatilla concretamente, sino por no saber elegir la mejor suela para la pisada, tal y como dictan las investigaciones.
En este sentido, los expertos recomiendan analizar o estudiar qué impacto tienen sobre el suelo. Así pues, habrá que elegir un calzado que se adapte al pie y que no cambie la pisada natural. Además, más allá de la suela hay otras cuestiones importantes como la comodidad, evitando así otras molestias como las rozadoras. Pero, también, que sean duraderas, transpirables y flexibles.
Por otra parte, el calzado también está pensado y fabricado según el uso que se le vaya a dar. No es lo mismo correr sobre una cinta de gimnasio, que hacerlo en un suelo natural, una pista o sobre el asfalto de la calle. Para ello, escoge el calzado que mejor se adapte al terreno donde corres.