Apreciamos más la buena visión cuando carecemos de ella, por lo que para muchas personas parece algo secundario hasta que, por cosas de la vida, tienen que enfrentarse a una pérdida de ella. Quienes han llevado gafas o lentillas toda su vida saben lo molesto que puede llegar a ser no ver de manera adecuada, una cantidad de personas que no es nada desdeñable porque en España hasta el 61% de la población mayor de 15 años necesita ayuda para una correcta visión, según la Encuesta Europea de Salud publicada por el INE.
Mientras que hay algunos problemas en los ojos que se pueden solucionar de una forma más o menos sencilla añadiendo unas gafas o unas lentillas, hay otros casos en los que la mejor solución pasa por una operación, un trasplante de córnea que sustituya la dañada por una nueva y que permita de nuevo recuperar la salud. Esto es lo que sucede con el queratocono, una enfermedad poco conocida y que es la responsable de la mayoría de estas operaciones en jóvenes.
Queratocono: causas y tratamientos
Esta es una enfermedad que afecta a la estructura de la córnea, que es el tejido transparente que cubre la parte frontal del ojo, la forma de la córnea va cambiando lentamente con esta enfermedad, deja de ser redondeada y pasa a ser cónica, se hace más delgada y el ojo sobresale, lo que provoca problemas de visión que van aumentando con el paso del tiempo. El primer tratamiento son las lentes de contacto, que mejoran la visión, pero no curan o detienen el desarrollo de la afección, también el uso de gafas de sol en exteriores puede prevenir su progreso, pero el único tratamiento efectivo hasta hace poco era el trasplante de córnea, pero poco a poco van apareciendo nuevos tratamientos que pueden ser beneficiosos aunque algunos están todavía en fase experimental.
Las causas que pueden llevar a desarrollar esta enfermedad no están claras, puede que sea un defecto de colágeno desde el nacimiento y el daño puede acelerarse a causa de alergias o por frotarse los ojos. Un diagnóstico precoz es importante, por eso las revisiones se convierten en una gran herramienta, sobre todo para personas en cuyas familias existan antecedentes de esta enfermedad o familiares con síndrome de Down. La mayoría de las personas que padecen queratocono tienen antecedentes de miopía.
En la mayoría de los casos, la visión se corrige con lentes de contacto específicas para esta dolencia, pero en los casos en los que un trasplante es necesario, el pronóstico es bueno, aunque la operación no está exenta de riesgos y siempre existe la posibilidad de un rechazo (aunque menor que en trasplantes de otros órganos).
Los síntomas más frecuentes y su evolución
El primero de los síntomas que se presenta en caso de queratocono es un empañamiento sutil de la visión que no puede corregirse con gafas, también pueden aparecer halos, tener resplandor o problemas de visión nocturna, irritación ocular, fotofobia o dolor, también la pérdida del brillo y la transparencia de la córnea. En estos casos, lo mejor es acudir al especialista, para poder tomar medidas cuanto antes.
En los casos más avanzados las imágenes comienzan a verse distorsionadas y el resto de síntomas aparecen de una forma más evidente. Cuanto más avanzado esté el adelgazamiento de la córnea o ectasia, es mayor la probabilidad de que afecte a los dos ojos y, con el paso del tiempo, lo más frecuente es que la córnea pierda grosor y se deforme, provocando una pérdida de la agudeza visual por astigmatismos elevados e irregulares.
Referencias
Queratocono: MedlinePlus enciclopedia médica. (s. f.). https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/001013.htm