Emilio Aragón presenta en Palma el paso del musical Godspell, dirigido por él junto a Antonio Banderas, tras estrenarse en 2022 en el Teatro Soho CaixaBank de Málaga. En la presentación, celebrada este lunes, ha asegurado que "el nivel del musical en España es muy alto".
"Hoy tienes que elegir porque hay muchos y muy buenos actores y actrices", ha destacado a una entrevista a EFE sobre el buen momento que vive este género en el país. Hace 30 años era más difícil conseguir profesionales que bailaran y cantaran, pero, en la actualidad, "la buena noticia" es que hay que seleccionar a los protagonistas porque en España hay "muchísimo talento", ha declarado.
Ambos producen esta adaptación del clásico de Broadway creado originalmente por John-Michael Tebelak y Stephen Schwartz, resultado de la tesis universitaria de fin de carrera del primero. Parábolas como las del buen samaritano, la mujer adúltera o el hijo pródigo se suceden en un cóctel de música, mucho humor, algo de magia y, por momentos, otros ingredientes como las marionetas o las sombras chinescas.
El artista ha explicado que en este trabajo hay algo muy emocional porque fue el primer musical que vio en España y le retrotrae a su juventud. Godspell nació en un momento muy "hippie", pero en esta nueva versión "defiende" unos valores que están "de absoluta actualidad" como ayudar a los demás, la humildad o "la verdad con mayúsculas".
El "pilar" de esta obra basada en el Evangelio según San Mateo, es el amor: "Sin amor a tu trabajo, a tus amigos, a tu familia, no hay nada; nada tiene sentido sin amor", algo que este musical recuerda al espectador continuamente.
En esta nueva versión del clásico, que se podrá ver en Palma del 16 al 20 de enero, participan 10 actores y 6 músicos, "todo es absolutamente en directo", y el papel de Jesús corre a cargo de Adrián Salzedo, "un grandísimo actor con una voz envolvente", según el director. Además, en el proceso creativo que ha durado diez meses, el bailarín Víctor Ullate ha sido "fundamental" como ayudante de dirección.
"En estos tiempos complicados donde hay tanto ruido y la política se nos cuela en cada conversación, ver esta obra es un bálsamo y un masaje al corazón", ha garantizado Aragón, que anima a que se acuda a verla en familia. A partir de los 9 años, "los espectadores la disfrutarán y surgirán temas de conversación de sobremesa", ha garantizado.