El Mundial de Dardos de la Professional Darts Corporation (PDC) ha reunido durante los últimos días a centenares de aficionados en el Alexandra Palace, al norte de Londres, para la mayor competición del calendario en este deporte. La final ya está preparada: Michael Van Gerwen se enfrentará a Luke Littler, el joven de 17 años que ha roto los corazones de miles de seguidores de Stephen Bunting, a quien derrotó en semifinales.
Como una competición regulada, los dardos son cada vez más populares alrededor del mundo. A pesar de que el Reino Unido sigue siendo el hogar de esta disciplina, las redes sociales han multiplicado el alcance de las competiciones de la PDC, y Bunting tiene una buena parte de culpa.
El inglés de 39 años es un habitual de los grandes torneos desde hace más de dos décadas, y su palmarés no es corto. Campeón del mundo en 2014, dos veces ganador del World Masters y ganador del Abierto de Inglaterra, Bunting es uno de los mejores jugadores del s. XXI, pero no son sus habilidades frente a la diana lo que le ha llevado a la fama en los últimos meses.
Es, en contraste, su arrebatador carisma lo que se ha ganado el corazón de las redes sociales. Cada vez que se sube al escenario, la Bala, como se le apoda, canta y celebra con el público la popular canción de David Guetta y Sia, Titanium, en un despliegue de 'aura' que pocos deportistas son capaces de transmitir.
En su primer Mundial después de haber logrado tal reconocimiento en redes, Bunting llegó a las semifinales, pero sus esperanzas fueron despedazadas por el jovencísimo Luke Littler, que ya el año pasado sorprendió al mundo de los dardos llegando a la final del torneo con tan solo 16 años.
