Policía Nacional, Guardia Civil, Mossos d’Esquadra y Ertzaintza han desarticulado una red criminal especializada en estafas tecnológicas que, en un periodo de medio año, habrían estafado más de un millón de euros a más de 1.200 personas en todo el territorio nacional.
En concreto, detuvieron a 23 personas (20 hombres y tres mujeres) como presuntos responsables de delitos de estafa, tráfico de drogas, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal. Entre todos los detenidos suman un total de 139 antecedentes por delitos contra el patrimonio y tráfico de drogas.
A mediados del mes de octubre del año pasado, se detectó un aumento de denuncias relacionadas con estafas virtuales en las que los autores utilizaban nuevas tecnologías para enviar correos electrónicos y mensajes en aplicaciones de mensajería y redes sociales con el objetivo de obtener datos personales de las víctimas para sustraerles dinero.
Los investigadores iniciaron una tarea de estudio y análisis de las denuncias que permitió establecer una línea de investigación que indicaba y apuntaba que una parte importante y significativa de estas estafas se podría estar cometiendo desde la comarca de Osona, y más concretamente por parte de un grupo de personas que había establecido su base de operaciones en la localidad de Manlleu.
Investigación
La investigación destapó una estructura criminal especializada en realizar estafas leves y graves a múltiples víctimas mediante smishing (SMS), phishing (correo electrónico) y vishing (llamadas telefónicas). Con una réplica fraudulenta de la página web de la entidad bancaria y una posterior llamada suplantando la identidad de trabajadores de la misma entidad, lograban obtener datos personales de las víctimas para acceder a sus cuentas bancarias.
Normalmente realizaban transferencias de 200 euros, pero en algunas ocasiones vaciaban las cuentas bancarias. En medio año, los detenidos habrían cometido una estafa que asciende a un millón de euros.
La organización criminal, que estaba establecida en la comarca de Osona, realizaba la mayoría de las extracciones de dinero en cajeros de Barcelona y Girona, pero también se determinó que lo hacían en otros puntos, como en cajeros del País Vasco, con el fin de dificultar su identificación valiéndose de la itinerancia delictiva.
Detenidos
El pasado 20 de marzo se realizaron nueve registros en Osona, concretamente ocho en Manlleu y uno en Masies de Roda, con un resultado de 18 personas detenidas, la mayoría con edades comprendidas entre 20 y 30 años y casi todos con más de un centenar de antecedentes, principalmente por delitos contra el patrimonio, a los que se les atribuyen los delitos de estafa tecnológica continuada, contra la salud pública, blanqueo de capitales con criptomonedas y organización criminal.
En los diferentes registros se intervinieron indicios de la actividad delictiva como teléfonos móviles, dispositivos de almacenamiento de criptomonedas, memorias externas, 50.660 euros en efectivo, tarjetas telefónicas de pago, tarjetas de crédito de terceras personas, armas simuladas, detonadores y una carabina, varias armas blancas y un hacha, así como marihuana. También se procedió al bloqueo de cuentas bancarias de los investigados en 11 entidades.
En la segunda fase, que tuvo lugar el martes 26 de noviembre, los agentes detuvieron a las cinco personas más implicadas directamente en el fraude masivo. Los detenidos, con un amplio expediente delictivo, habían evolucionado su actividad delictiva centrada en hurtos y robos y actualmente se habían especializado en cometer este tipo de estafas consiguiendo grandes cantidades de dinero.
La organización disponía de infraestructura tecnológica, conocimientos y grandes habilidades para utilizar sistemas de ingeniería social a fin de obtener información confidencial engañando a sus víctimas. Los investigadores no descartan nuevas detenciones.