Tabletas, móviles, ordenadores, relojes inteligentes… Cada vez tenemos mayor dependencia de los dispositivos digitales y de internet. Los utilizamos para prácticamente todo y, sin darnos cuenta, vamos dejando puertas abiertas a peligros que pueden atentar contra nuestra seguridad, como virus, estafas, suplantaciones de identidad o robos de contraseñas, entre muchos otros.
Ante esta amenaza es indispensable estar concienciados con la ciberseguridad. Sin embargo, la percepción de los españoles sobre estos peligros no siempre es real. "Alrededor de la mitad de los ordenadores presentan infecciones por malware (44,3%), pero pocas personas son conscientes de ello. Solo el 2,3% de los usuarios sabía que su equipo presentaba una infección", afirman desde el Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (Ontsi).
El año pasado se gestionaron un total 472.125 incidentes cibernéticos en España, un 26% más que en 2022, según el Sistema Estadístico de Criminalidad. Este aumento de casos ocurre en un momento en el que cada vez más usuarios usan internet para realizar gestiones diarias, llegando a convertirse en un blanco fácil de los ciberataques.
Vía libre a los ciberdelitos
Los pagos por internet aumentaron 3 puntos en 2023, y los trámites relacionados con la administración pública electrónica crecieron 1,1 puntos ese mismo año, según el Ontsi. Además, el 71,3% de los españoles usaron sus dispositivos para realizar trámites relativos a la banca online. Las redes sociales (74,9%) y servicios de mensajería (72%) fueron las herramientas digitales más usadas.
Los ciberdelincuentes estudian los hábitos de sus víctimas para preparar sus asaltos y muchos se centran en la mensajería. "El problema más común es la recepción de correos no deseados. El 78% de los usuarios ha tenido algún tipo de incidente relacionado con ellos", indica el Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad.
Riesgos en el trabajo
Desde la pandemia, el teletrabajo se ha convertido en algo habitual. Durante el segundo semestre de 2022, el 34,7% de los usuarios teletrabajó al menos un día a la semana, según datos del Ontsi. Esta modalidad plantea importantes desafíos de seguridad, pues ofrece oportunidades adicionales a los ciberdelincuentes.
Aproximadamente el 95% de los ciberataques sufridos por las empresas ocurren por un error humano, según el World Economic Forum. Esta cifra se debe a que, tal y como afirman desde el Ontsi, "solo un 37,4% de los trabajadores recibe formación en ciberseguridad y, de ellos, solo un 11,2% obtiene formación específica para el teletrabajo".
"Las dos medidas principales para proteger los datos en los dispositivos de teletrabajo son: asegurarlos en el propio dispositivo y realizar copias de seguridad periódicas en una ubicación controlada por la empresa", apuntan desde el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE).
En el punto de mira de los ciberdelincuentes
Los usuarios sénior y los menores son, en muchas ocasiones, el principal objetivo de los ciberdelincuentes. En 2023, un 95,4% de los menores y un 65% de los españoles de entre 65 y 74 años utilizaron internet a diario, según datos del INE.
Estos grupos son especialmente vulnerables debido a la falta de conocimiento sobre los riesgos de las nuevas tecnologías y de las herramientas para enfrentarlos . En 2023, 4.889 menores y 22.895 mayores de 65 fueron víctimas de ciberataques, según el Sistema Estadístico de Criminalidad.
Desde el Instituto Nacional de Ciberseguridad insisten en la importancia de integrar formación relacionada con este asunto en los centros educativos y ponen a disposición de los séniors guías, ejercicios y actividades prácticas para que aprendan a disfrutar de las ventajas de la tecnología sin arriesgar su seguridad.
Una tarea pendiente
La mayoría de los usuarios piensan que están preparados para afrontar problemas de ciberseguridad; sin embargo, el 41,2% usa sus dispositivos sin saber si están actualizados y un 33,3% pincha en enlaces cuyo destino desconoce. Además, un 39,8% reconoce realizar acciones de riesgo conscientemente, tal y como recoge el estudio del Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad
Los españoles utilizan medidas de seguridad automáticas sin saberlo. Tan solo el 26,6% de los encuestados por el Ontsi afirmó usar cortafuegos, pero al analizar sus dispositivos, el 98% los utilizaban. Los cortafuegos son una de las medidas más utilizadas históricamente (26,6%), por debajo de los programas antivirus (48,6%) y las actualizaciones del sistema operativo (45,8%).
A pesar de que muchos creen tener más conocimiento del que realmente tienen, según el Ontsi, "un 90% siente que necesita algún tipo de formación en ciberseguridad", así que los españoles lo consideran una tarea pendiente.
Brecha de género
Aunque la falta de conocimiento en España es notable, hay sectores que la sufren más que otros. El 37,3% de las mujeres tiene habilidades digitales inferiores a las básicas, tres puntos más que los hombres, según el Ontsi.
Sin embargo, las mujeres son más precavidas con su seguridad online. Los dispositivos de ellas (3,5%) presentan menor incidencia de malware que los de los hombres (7,4%). Estas precauciones tienen que ver con que un 70,3% de los delitos sexuales en internet tuvieran como víctimas a mujeres en 2023.
Así, aunque los ataques online afectan de diferente manera en la sociedad, es deber de todos tomar conciencia sobre la ciberseguridad en plena era digital.