Un equipo de ingenieros del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) ha desarrollado un innovador catalizador que convierte el metano, uno de los gases de efecto invernadero más potentes, en polímeros útiles.
Este avance, publicado en Nature Catalysis, promete reducir las emisiones de metano, responsable del 15% del calentamiento global, y transformarlo en recursos valiosos.
El metano, aunque menos abundante que el dióxido de carbono, atrapa mucho más calor en la atmósfera debido a su estructura molecular. Es generado por bacterias en vertederos, pantanos y actividades agrícolas, así como durante el transporte y quema de gas natural. Sin embargo, su conversión química había sido un desafío, al requerir altas temperaturas y presiones.
El equipo del MIT diseñó un catalizador híbrido que opera a temperatura ambiente y presión atmosférica, una solución económica y eficiente. Este sistema combina una zeolita, un mineral barato, con una enzima oxidasa de alcohol, logrando una reacción en dos pasos: primero, el metano se convierte en metanol; luego, el metanol se transforma en formaldehído, generando peróxido de hidrógeno en el proceso.
"Este sistema podría ser muy rentable y escalable, ya que utiliza oxígeno para generar peróxido de hidrógeno en lugar de depender de productos químicos costosos", explicó Jimin Kim, coautor del estudio.
Un formaldehído para fabricar resina
El formaldehído resultante se utiliza para fabricar polímeros como la resina urea-formaldehído, empleada en tableros y textiles. Además, el catalizador podría recubrir superficies expuestas al metano, como tuberías de gas, para sellar grietas y prevenir fugas.
Michael Strano, líder del proyecto, destacó que el laboratorio ahora trabaja en catalizadores para capturar dióxido de carbono atmosférico y producir urea, la cual podría combinarse con formaldehído para crear polímeros útiles en la industria. Este enfoque integral refuerza la lucha contra el cambio climático mediante tecnologías sostenibles e innovadoras.