Es la tercera ocasión en la que Begoña Gómez (link is external)comparece ante el juez instructor Juan Carlos Peinado(link is external) y, por primera vez, la esposa del presidente ha decidido declarar ante el magistrado. Lo ha hecho para defender que "jamás" buscó lucrarse con el software que ofrecía gratuitamente a otras empresas y ha descargado en la Universidad Complutense de Madrid la mayoría de las responsabilidades. La mujer de Pedro Sánchez(link is external), según fuentes presentes en la declaración, solo ha contestado a las preguntas de su abogado y ha defendido su inocencia de los dos nuevos delitos por los que se le investiga, apropiación indebida e intrusismo profesional.
Gómez ha explicado que su colaboración con la Complutense se remonta a 2012, ha aclarado que no es catedrática aunque dirigiera una cátedra extraordinaria en Transformación Social Competitiva y ha apuntado que no obtenía "ningún tipo de retribución" por dirigir esta cátedra. A partir de marzo de 2020, comenzó a impartir un máster con el mismo nombre que la cátedra. Según ha dicho, la colaboración con la universidad no tuvo que ver con su relación con Pedro Sánchez, sino con "su experiencia".
La esposa de Sánchez ha tratado de explicar también por qué motivo inscribió en el registro de patentes la marca Transformación Social Competitiva TSC, y ha afirmado que se trata de una "marca figurativa" y que es una práctica "habitual" en los títulos propios como el que ella impartía en la universidad. Además, Begoña Gómez inscribió el logo con el objetivo "de que no se utilizase fuera de la Universidad Complutense de Madrid".
Según fuentes jurídicas, la investigada ha asegurado que la Complutense conocía el registro, y que el logo iba estampado en todos los documentos que ella intercambió con la Escuela de Gobierno de la universidad. "Jamás" quiso apropiarse de las marcas, ha afirmado Gómez ante el juez. Y, aunque creó una sociedad y una página web desde la que ofrecía el software de la Complutense, Gómez ha asegurado que nunca pretendió lucrarse. Desde el primer momento estaba definido que el software se ofrecía a empresas "de forma gratuita".
Aquel Software comenzaron a desarrollarlo gratuitamente para la universidad tres empresas: Telefónica, Google e Indra. Sin embargo, dejaron el proyecto a la mitad tras desembolsar al rededor de 150.000 euros. De forma que la UCM creó una licitación para que otra empresa terminara el trabajo. Deloitte resultó adjudicataria del proyecto y lo desarrolló por 60.000 euros.
Según fuentes jurídicas, Gómez ha afirmado ante el juez que no intervino en este proyectos, y que se limitó a seguir las pautas de la Escuela de Gobierno. En este proceso, la esposa de Sánchez firmó un pliego de prescripciones técnicas, motivo por el cual se le investiga por intrusismo profesional. Este miércoles, la investigada ha afirmado que firmó el pliego porque se lo indicó la Complutense en varias ocasiones a través de correos electrónicos.
También ha señalado que la plataforma nunca llegó a estar totalmente operativa ya que estaba en periodo de pruebas, "al 80% de su creación". El interrogatorio también ha versado sobre la relación de Gómez con el empresario Juan Carlos Barrabés. La esposa de Sánchez firmó dos cartas de recomendación para una Unión Temporal de Empresas (UTE) de Barrabés, y él presentó las cartas en dos concursos de la entidad pública Red.es. Resultó adjudicatorio de ambos contratos y de un tercero. Además, Barrabés figuraba entre los profesores del máster de Gómez.
Gómez ha restado importancia a la firma de estas dos cartas de recomendación, ha señalado que "jamás" supo que los contratos se habían llegado a licitar hasta que comenzó la investigación contra ella. Según ha dicho, nunca hizo ninguna gestión relacionada con la licitación y nadie le habló de estos procesos. Ha afirmado que las cartas que firmó "eran unas cartas tipo" que la UTE envió "a la Universidad Complutense".
Declaración de Güemes
Tras tomar declaración a Begoña Gómez, el juez ha interrogado como investigado a Juan José Güemes, exconsejero del Gobierno de Esperanza Aguirre en la Comunidad de Madrid, por su relación con Gómez a través del Instituto de Empresa, en el que ostenta un cargo directivo. Güemes, que fue quien contrató a Gómez en el IE, ha negado que tomase esta decisión por que ella fuera la mujer del presidente del Gobierno. De hecho, los contactos comenzaron a finales de 2017, cuando Sánchez aún no había llegado a La Moncloa. Sin embargo, la contratación se produjo el 1 de agosto de 2018.
Según fuentes presentes en la declaración, Güemes ha asegurado que nunca habló con Pedro Sánchez y que nadie del Gobierno manifestó al IE el interés para que se contratara a la esposa del presidente. Según la versión que ha ofrecido, el exconsejero nunca se reunió con Begoña Gómez en Moncloa, los encuentros siempre tuvieron lugar en el Instituto de Empresa.