El Real Madrid visita este martes el Etihad, un campo maldito en el que no ha ganado en ninguna de las seis ocasiones en las que ha jugado, para medirse al Manchester City en la ida del playoff de repesca de la nueva Champions, un duelo en el que los madridistas llegan con numerosas bajas en defensa y los ingleses en un su peor momento en muchos años.
Ambos son viejos conocidos, pues será la cuarta vez consecutiva que se enfrenten. En las otras tres ocasiones, en dos pasaron los blancos y en una los citizens, aunque siempre con el Real Madrid sufriendo y mucho en el Etihad. El año pasado, tras el empate a dos de la ida, de nuevo el duelo acabó en tablas después de un ejercicio de resistencia del equipo de Carlo Ancelotti, que aguantó el asedio de los de Pep Guardiola para que la eliminatoria se decidiera en los penaltis. Y en ella, Lunin le ganó la partida a Ederson.
Las bajas han dejado la defensa madridista en cuadro. Solo dos defensas –laterales izquierdos ambos– sanos tiene un Ancelotti al que le tocará improvisar: Fede Valverde ocupará el lateral derecho, Tchouaméni el centro de la defensa y Raúl Asencio –la gran noticia de la temporada en la zaga blanca– hará pareja con el centrocampista galo.
El problema pasa ahora al centro del campo: con dos medios reconvertidos temporalmente, el recién recuperado Camavinga, el veterano Modric y un Ceballos que está sorprendiendo pelean por dos plazas en el once.
Porque arriba, el tridente Vinícius-Rodrygo-Mbappé es inamovible. Al menos, de momento, aunque el entrenador italiano les exigirá, como ante el Atlético, que tengan compromiso defensivo.
Enfrente, un Manchester City que no levanta cabeza, pese a algún brote verde en este inicio de 2025. Se clasificó con apuros para el playoff de repesca –al descanso de la última jornada, estaba eliminado con su derrota en casa ante el Brujas– y el título en la Premier ya parece habérsele escapado, con el Liverpool a mucha distancia: 15 puntos.
La lesión del Balón de Oro Rodri Hernández ha roto el equipo, pero también hay más problemas: muchas ausencias por distintas dolencias, condición física no demasiado buena y bajón de rendimiento de algunos nombres clave como Erling Haaland.
Pero en el Real Madrid nadie se fia de un equipo con una calidad indiscutible, que es el vigente campeón inglés, que ganó la Champions hace un año y medio y que en los cara a cara ha sido superior en muchas ocasiones. "Igual mañana me echan a la calle. No lo sé", afirmó ayer Pep Guardiola, un lobo con la piel de cordero. "Todas las veces que nos enfrentamos a él es una pesadilla preparar el partido porque tiene siempre ideas que te hacen pensar", avisó Carlo Ancelotti sobre el técnico catalán.