Es una de las sensaciones más molestas que se pueden tener a nivel digestivo. Más aún si nos pasa tras uno de los eventos sociales que se acumulan estas semanas donde abundan las comidas copiosas. Cuando el reflujo se convierte en enfermedad (ERGE), los síntomas se repiten con frecuencia y pueden surgir complicaciones severas. En España disponemos de diversas opciones dietéticas para aminorarlo que pueden reforzarse con el consumo de probióticos.
La acidez y la regurgitación son los signos que identifican al reflujo gástrico. Cuando se trata de una alteración puntual, desaparecerán al cabo de unos días, probablemente tras cambiar la dieta y el estilo de vida que puede estar provocando dicho trastorno. Si se prolonga en el tiempo es conveniente acudir a consulta médica porque puede que el esfínter esofágico inferior se haya debilitado o relajado en exceso, impidiendo así la recuperación del proceso digestivo normal.
Cuál es la acción del probiótico
Los probióticos son suplementos que contienen microorganismos vivos destinados a mantener o mejorar la microbiota, la comunidad bacteriana que se aloja en el tracto gastrointestinal, genitourinario, cavidad oral, ducto nasofaringe, tracto respiratorio y piel, entre otras zonas del cuerpo.
Entre las acciones prioritarias de un probiótico se encuentra facilitar la digestión, proteger el organismo de bacterias nocivas y aliviar precisamente el reflujo gástrico. Aunque sean productos que se adquieren sin receta, es recomendable preguntar en consulta médica si su ingesta puede afectar bien a alguna patología o interferir con la acción de algún medicamento.
Voces expertas aseguran que los mejores probióticos son aquellos que contienen cepas de bacterias de Bifidobacterium Infantis y otras de la clase de los bífidos y los Lactobacilos, que podemos encontrar en algunos yogures y productos específicos como el kéfir o el kimchi.
¿Se puede evitar el reflujo gástrico?
La navidad es el contexto perfecto para que el reflujo gástrico haga su aparición estelar: comilonas, alcohol, azúcar y grasa en exceso. Alimentos y bebidas cuya ingesta son un billete directo a sufrir un episodio de estas características. Son días en los que nos saltamos nuestra dieta habitual en todos los sentidos, desde el tipo de alimentación a los horarios o la cantidad de comida. Eso sin sumar que el alcohol está especialmente presente. En este sentido, los mayores enemigos de la salud digestiva serían:
- Alimentos picantes.
- Alimentos grasos.
- Bebidas con cafeína, como el café y el té.
- Bebidas gaseosas.
- Bebidas alcohólicas.
Además hay que tener en cuenta ciertos hábitos que intervienen cuando se inicia el proceso digestivo, es decir, que afectan desde que empezamos a comer y beber: mucha cantidad de comida ingerida muy deprisa, engullir en vez de masticar con calma, o utilizar ropa ajustada que molesta al estómago para realizar sus funciones con normalidad.
Referencias
Mayo Clínic (s.f.). Probióticos y prebióticos. https://www.mayoclinic.org/es/healthy-lifestyle/nutrition-and-healthy-eating/expert-answers/probiotics/faq-20058065