La llegada de 2025 trae buenas noticias para los pensionistas: el Índice de Precios de Consumo (IPC) de noviembre confirma que las pensiones contributivas y de clases pasivas se incrementarán un 2,8%. Para el cálculo del incremento de las mismas, se aplica la fórmula de revalorización recogida en la ley de reforma de las pensiones, en la que se tiene en cuenta el IPC interanual promedio de doce meses (de diciembre del año anterior a noviembre del ejercicio en vigor).
El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha confirmado que la inflación interanual de noviembre se ha situado en un 2,4%, lo que permite aplicar la revalorización del 2,8%. Este incremento se traduce en aproximadamente 600 euros adicionales al año, es decir, cerca de 42,8 euros al mes para una pensión media de jubilación.
La pensión media de jubilación en España se situó en 1.441 euros mensuales en noviembre según los datos de la Seguridad Social. Así, con la subida del 2,8%, un pensionista que cobre la media percibirá en 2025 una pensión de 1.481,35 euros mensuales, suponiendo un incremento anual de 564,87 euros o de 40,3 euros por mes en catorce pagas.
Asimismo, las pensiones medias del sistema aumentarán en torno a 500 euros anuales en 2025, según ha informado el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. La revalorización del 2,8% para 2025 beneficiará a cerca de 9,3 millones de personas que reciben 10,3 millones de pensiones contributivas, además de las 720.148 pensiones correspondientes al Régimen de Clases Pasivas del Estado.
¿Cuánto subirán las bases máximas?
La reforma de las pensiones de 2024 permite la revalorización anual de las bases máximas y del complemento de la brecha de género. En el caso de las bases máximas, al IPC se le suma una cuantía fija de 1,2 puntos cada año entre el periodo 2024-2050. Esto supone que, para 2025, la base máxima de cotización subirá en torno un 4% (el 2,8% del IPC promedio más un 1,2% adicional), lo que la situaría en 4.909 euros mensuales.
Al tiempo que aumenta la base máxima de cotización, la pensión máxima se incrementará con el IPC más un 0,115% adicional, según determinó la reforma de pensiones. Con la revalorización del 2,8% del IPC más ese porcentaje adicional, la pensión máxima se situará en 2025 en 3.267,5 euros mensuales por catorce pagas, frente a los 3.075,04 euros de este año.
Teniendo en cuenta la reforma de pensiones, el destope de la pensión máxima inicial comenzará a aplicarse en 2025. Consistirá en revalorizar la pensión máxima con el IPC más un incremento adicional de 0,115 puntos porcentuales cada año hasta 2050, suponiendo un incremento aproximado del 3% en ese periodo.
Por otro lado, la reforma de pensiones determina que el complemento de la brecha de género (33,2 euros en 2024) subirá un 10% adicional al IPC en el bienio 2024-2025, que se distribuirá entre ambos ejercicios al 5%. De este modo, para 2025, el complemento de la brecha de género subirá en torno un 7,8% (el IPC promedio más un 5% adicional), lo que le situará en 35,6 euros.
Pensiones mínimas y no contributivas
Para mejorar la equidad y suficiencia de las pensiones, las mínimas y no contributivas experimentaron este año una subida del 6,9%, por encima del alza del 3,8% (revalorización de las pensiones contributivas en el ejercicio en vigor). En esta línea, se espera que en 2025 las pensiones mínimas y no contributivas suban más que el IPC promedio del 2,8%.
Teniendo en cuenta dicha reforma, una vez revalorizadas de acuerdo con el IPC, las pensiones no contributivas se incrementarán adicionalmente para reducir en un 20% la brecha existente hasta alcanzar el 0,75 del umbral de riesgo de pobreza calculado a partir de la Encuesta de Condiciones de Vida del INE para un hogar unipersonal.