El legado social de Zapatero, visto por Zapatero

"El progreso de una democracia se ha de medir, se ha de seguir midiendo, en derechos. Estos reflejan la fortaleza de los ciudadanos en relación con el poder y en el seno de la sociedad. Reflejan, si puede enunciarse así, la densidad de la ciudadanía cívica". Esta es la reivindicación que hace José Luis Rodríguez Zapatero cuando se cumplen 20 años de su llegada al Palacio de la Moncloa, y el legado que presenta en el libro La democracia y sus derechos. La legislatura que cambió España (Península), publicado este 18 de septiembre con motivo del aniversario.

La obra coordinada por el expresidente del Gobierno, que escribe además su introducción, y elaborada por juristas como Francisco Caamaño, Juan Fernández López Aguilar, Marina Echebarría o Belén Barreiro, aborda los derechos que España empezó a reconocer a partir de 2004. El hilo conductor del Gobierno de Zapatero estuvo guiado "por el afán de de ir más allá en la realización de los valores de la igualdad y la libertad". Su pretensión confesa fue "conformar una democracia en la que todas y todos pudieran sentirse reconocidos", cuenta en las primeras páginas del libro.

Dos décadas después de su llegada al Gobierno, el expresidente repasa con orgullo los grandes hitos sociales de su mandato, que partieron todos de un programa electoral "abierto a la consulta y participación de muy diversas organizaciones sociales". El socialista recuerda aquellas reuniones y la "convicción" con la que emergían las demandas "que habrían de dar sentido a las nuevas leyes".

Leyes como la de lucha contra la violencia de género, aprobada por su Ejecutivo en 2004. "La lucha contra la violencia de género había que plantearla como tal, sacándola del ámbito doméstico y poniendo a su servicio todo el arsenal público, preventivo, represivo y asistencial del Estado", defiende el expresidente en alusión a esta norma. Sobre la ley de plazos del aborto, a la que le siguió un largo camino en los tribunales, señala que en aquel momento "era necesario abordar al fin la revisión de la regulación del aborto, porque la entonces vigente rodeaba de inseguridad a las mujeres".

Otro de los hitos que aborda el libro es la ley del matrimonio igualitario. "El reconocimiento del matrimonio entre personas del mismo sexo solo podía concebirse en un sentido por completo homologador, designándolo así y abriéndolo a la adopción", explica Zapatero. La norma "supuso un antes y un después en la percepción de España como referente innovador en materia de derechos", apunta por su parte el exministro de Justicia Juan Fernando López Aguilar, "humildemente orgulloso de haber contribuido a ello".

El mismo López Aguilar reflexiona en estas páginas sobre la ley del 'divorcio exprés', la reforma de la ley del divorcio de 1981. Una norma que pretendía "simplificar procesalmente la disolución del matrimonio" y que en palabras del exministro "es sin duda un activo del cuadro de honor total de los Gobiernos de Zapatero".

También se aborda, de mano del catedrático Juan María Bilbao, la ley de memoria histórica. La norma buscaba "saldar una deuda moral" con "las personas que sufrieron violencia o persecución durante la Guerra Civil o la dictadura", sostiene el catedrático de la Universidad de Valladolid. Tal y como relata el expresidente, la norma surgió de las reclamaciones "de las asociaciones de víctimas", a quienes el Gobierno quiso "amparar".

Todas estas leyes que repasa el libro no creaban "derechos ex novo", sino que según sostiene el propio Zapatero su labor fue "abrir nuevas posibilidades interpretativas al contenido de los derechos ya consagrados en la Constitución". Su consideración está muy vinculada a esta otra, también recogida entre las páginas de la introducción: "La democracia constitucional española, es también, lo es confesamente, una promesa abierta".

Así, el expresidente defiende sus logros como parte de un mandato constitucional. "Los derechos fundamentales, sintéticamente identificados en la Constitución, ¿no son acaso susceptibles de captar, amparar y proteger nuevas exigencias, aspiraciones o demandas sociales?", expone Zapatero.

Los derechos fundamentales, prosigue, son "promesas abiertas de la democracia". Así, el expresidente defiende que un derecho como el aborto no es más que la extensión del "derecho a la integridad física y moral" del artículo 15 de la Carta Magna. Este es el prisma desde el que José Luis Rodríguez Zapatero mira su mandato, el del avance en los derechos de los ciudadanos.

Así es como concluye, ya con la mirada puesta en el presente, que "la democracia es un proceso abierto a nuevos compromisos para ir realizando, haciendo verosímil, tangible, la promesa fundacional de vivir y convivir como personas iguales en libertado, una promesa de realización progresiva, nunca satisfecha por completo, y que ha de renovarse, porque las condiciones en que se ejerce la libertad en sociedad son cambiantes".

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