El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, evitó este lunes ofrecer ningún tipo de explicación por su ausencia el pasado sábado en la inauguración de la recién restaurada catedral de Notre Dame en París. "Hoy no toca hablar de eso", se limitó a señalar Urtasun en la habitual rueda de prensa de Sumar de los lunes, donde alegó que, al comparecer en calidad de portavoz de la formación y no como ministro, no podía responder preguntas relativas al Gobierno. Sí se refirió, por el contrario, a los Presupuestos Generales del Estado o la petición de Junts de que el presidente Pedro Sánchez se someta a una cuestión de confianza, temas eminentemente relacionados con el Ejecutivo.
Fuentes de Sumar explican, por su parte, que Urtasun recibió una invitación como ministro de Cultura por parte del Gobierno francés para acudir al evento, que declinó por "motivos personales". No obstante, aseguran que Cultura no maneja las relaciones internacionales de España y que la ausencia de Urtasun no impedía que otros miembros del Ejecutivo hubieran podido acudir a la ceremonia de inauguración. Fuentes de Sumar, de hecho, consideran que "hubiera estado bien" que algún dirigente gubernamental o de la Casa Real acudiera en representación de España al acto.
La ausencia de Urtasun en París como ministro de Cultura de España ha suscitado las críticas de la oposición. El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, calificó cómo "una vergüenza para nuestro país" la falta de representación española en la reapertura de Notre Dame, especialmente porque el acto del sábado se celebró con la asistencia de decenas de dirigentes internacionales, como el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump.
La misa solemne de reapertura se celebró tras la restauración derivada del grave incendio de 2019. Además de 150 obispos de todo el mundo, asistieron, entre otros, la primera dama estadounidense, Jill Biden, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni o el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, que fue recibido previamente en el Elíseo junto a Trump por el presidente francés, Emmanuel Macron.