Unos investigadores de la Universidad de Tsinghua de Pekín y la de Shenzhen han desarrollado unas persianas fotovoltaicas que pueden cambiar su inclinación y posición a lo largo del día, y generar así un 226% más de energía que las placas estáticas convencionales. El motivo de la ocurrencia es que los edificios con fachadas de cristal son los peores en cuanto a eficiencia energética.
Las persianas fotovoltaicas que generan un 226% más de energía
Normalmente con este tipo de edificios se suele aprovechar el vidrio fotovoltaico, pero lo malo es que no tiene en cuenta el movimiento del sol a lo largo del día, es decir, es una solución fija. Por ello, los investigadores sugieren una envolvente fotovoltaica integrada en los edificios gracias a estas persianas. Esto permite mitigar al máximo el efecto de las condiciones meteorológicas sobre el ambiente interior del edificio.
Según un estudio de los propios investigadores, esta solución basada en una aleación de aluminio ligera y resistente, es una envolvente dinámica y vertical de edificios fotovoltaicos integrados (dvPVBE). "Ofrece un enfoque viable que permite regular eficazmente la carga térmica, la penetración de la luz natural y la generación de energía".
Los ingenieros afirman que este sistema responde a los cambios meteorológicos y reduce el impacto en la estética arquitectónica, ya que pueden ajustar con flexibilidad en algunas de las lamas y la posición de la persiana. Este sistema mejora el rendimiento energético porque se adapta de forma inmediata a la climatología.
El mecanismo, cuyas lamas están automatizadas mediante un control remoto, se pueden manejar tanto de manera manual como con un mando a distancia. Pueden girar entre 0º y 90º de manera prácticamente instantánea y detenerlas a cualquier altura gracias a sus sensores integrados. Estos, además, aportan datos en tiempo real sobre la temperatura, velocidad del viento, la radiación solar y la generación de energía.
Simulación con un prototipo
El equipo de investigadores construyó un prototipo (video en la web del estudio) y realizó pruebas mediante simulaciones por ordenador para ver hasta qué punto marcaría la diferencia frente a otras soluciones. Para la simulación eligieron un rascacielos construido en Pekín y se marcaron tres estrategias: prioridad a la generación de energía, prioridad al ahorro de energía y prioridad a la luz natural.
Los resultados obtenidos reflejaron que su aplicación "podría cubrir hasta el 131% de la demanda anual de energía de una sala de oficinas en Pekín y aumentar la producción anual neta de energía en al menos un 226% en comparación con las persianas fotovoltaicas estáticas tradicionales".
