Un tipo popular de dieta, que suelen utilizar quienes intentan perder unos kilos de peso, podría mejorar la memoria de las personas que padecen demencia, según una nueva investigación.
Los científicos han descubierto que el ayuno intermitente podría "mejorar drásticamente" la vida de los enfermos de alzhéimer y de las personas que los cuidan.
En su estudio, los investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de California en San Diego (EEUU), revelaron que cambiar los hábitos alimentarios podría ser una forma de aliviar los síntomas.
La investigación demostró que en ratones era posible mejorar las alteraciones circadianas observadas en el alzhéimer mediante una alimentación restringida en el tiempo.
Esto implica comer solo durante un determinado intervalo de tiempo del día, pero sin reducir la cantidad de comida, algo que también se recomienda para una pérdida de peso saludable.
Como parte del estudio, que se publicó en la revista Cell Metabolism, los ratones alimentados en un horario restringido mostraron mejoras en la memoria. Los científicos creen que es probable que estos hallazgos también se apliquen en un ensayo clínico en humanos.
Los científicos probaron su teoría en un modelo de alzhéimer en ratones, a los que sólo se les permitía comer durante seis horas al día. En humanos, esto equivaldría a unas 14 horas de ayuno.
Los ratones que ayunaron tenían mejor memoria, eran menos hiperactivos por las noches y seguían un horario de sueño mejor y menos interrumpido. También obtuvieron mejores resultados en pruebas cognitivas, lo que demuestra que la alimentación restringida en el tiempo también podría ayudar a mejorar los síntomas conductuales del alzhéimer.
El equipo se muestra optimista respecto de que estos resultados podrían ser "fácilmente trasladables" a la práctica clínica. Este nuevo enfoque de tratamiento también implica un cambio en el estilo de vida en lugar de medicación.
La autora principal del estudio, Paula Desplats, explicó: "La alimentación restringida en el tiempo es una estrategia que las personas pueden integrar de forma fácil e inmediata en sus vidas".
"Si podemos reproducir nuestros resultados en humanos, este enfoque podría ser una forma sencilla de mejorar drásticamente las vidas de las personas que viven con alzhéimer y de quienes las cuidan", concluye.