En pleno retorno por el Puente de la Constitución, la Península ha registrado este domingo un temporal invernal que ha puesto a varias comunidades en alerta. Las que son las primeras nevadas de la temporada han provocado así un grosor de hasta 40 centímetros de nieve en el entorno de los Pirineos y han afectado de lleno a numerosas carreteras. Los vientos, a su vez, han arremetido con fuerza y las rachas han llegado hasta los 130 kilómetros por hora en algunas regiones. Las lluvias, por otro lado, han provocado importantes crecidas de los ríos.
Lo más destacado se ha producido en el norte peninsular. Las nevadas han dejado en las cotas altas del Pirineo occidental hasta 40 centímetros de nieve y hasta 20 en algunas localidades de las comarcas de Alta Ribagorça, el norte del Pallars Sobirà y el valle de Aran. En estos lugares, ha sido notable además el descenso de temperaturas, sobre todo en la montaña, donde la madrugada de este domingo se ha convertido en la más fría de la temporada.
Ante las nevadas, hasta 50 carreteras se han visto afectadas y la Dirección General de Tráfico (DGT) ha pedido prestar atención al volante, especialmente en la AP-66, en Asturias. La nieve, además, ha sido la causante de un accidente en la A-8 a la altura de Beranga, en Cantabria, que ha dificultado la circulación. También se ha producido un siniestro en Castellón, en la A-23 a la altura de Barracas,. y otro en Guipúzcoa, en la A-1 a su paso por Tolosa. Asimismo, se ha producido un cuarto en la Comunidad de Madrid, concretamente en la A-1 en Lozoyuela.
En la capital, de hecho, el regreso de muchos ciudadanos a sus casas ha hecho que el tráfico se resienta en varias de las vías de entrada a la ciudad. Es el caso de la A-1, en El Molar, la A-3, en Rivas-Vaciamadrid, o la A-6, en Torrelodones. También en la provincia de Toledo se ha registrado tráfico lento en la A-5, a la altura de Talavera de la Reina.
Importantes crecidas de los ríos
Las precipitaciones han dejado importantes acumulados en varias regiones y han provocado un aumento considerable del caudal de los ríos como el Nela, el Jerea, el Omecillo, el Bayas y el Zadorra, en las provincias de Burgos y Álava, así como el Ega, el Arga y el río Irati, en Navarra. Ante este escenario, la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) no descarta que se produzcan crecidas extraordinarias, ya que todo apunta a que esta situación continuará este lunes.
Así, la CHE indica que "no se puede descartar que algunas de estas crecidas puedan tener carácter extraordinario", aunque de alta frecuencia, es decir, con umbrales "poco por encima de lo ordinario, aunque lo suficiente como para provocar daños por desbordamiento". El Ebro, por su parte podría alcanzar los 1400-1800 metros cúbicos por segundo entre la tarde de este lunes y las primeras horas del martes en el tramo entre Castejón y Tudela.
Los vientos, asimismo, han soplado con una fuerza de hasta 130 kilómetros por hora en País Vasco, donde también se han recogido hasta 62,7 litros por metro cuadrado en la localidad de Mallabia, según ha informado el Departamento vasco de Seguridad, que ha detallado que se han registrado vientos de 127 km/h en en Oiz, de 128 en Punta Galea, 121 en Santa Clara, 112 en Jaizkibel, 111 en Higer y 107 en Miramon.
Las fuertes rachas han azotado también con fuerza territorios de Cataluña y del interior de la meseta interior, como la Comunidad de Madrid. Estos fenómenos continuarán también, al menos, hasta este lunes al mediodía. El frío continuará así haciendo acto de presencia al inicio de la semana y todo apunta a que estos días seguirán marcados por la inestabilidad, con lluvias que se repartirán por casi toda la Península.
