¿Te das un aire a tu pareja? Un estudio revela los motivos por los que buscamos compañeros parecidos a nosotros

Es un fenómeno relativamente frecuente encontrar parejas sentimentales que guardan cierto parecido físico entre ellas. Pero aunque pueda parecer casual, existe una base científica detrás de de este fenómeno.

Karen Wu, profesora asociada de Psicología en la Universidad Estatal de California en Los Ángeles (USC), revela que la ciencia indica que los amantes a menudo seleccionan parejas que se parecen a ellos.

Las razones incluyen fenómenos psicológicos como el sesgo de pertenencia al grupo, el egoísmo implícito, el efecto de familiaridad, la impronta sexual y otros.

El sesgo dentro del grupo es una de las explicaciones más obvias, afirma el Wu en un artículo para Psychology Today. Las personas tienden a sentirse más atraídas por otras personas que pertenecen a sus mismos grupos fisiológicos, como su grupo racial o grupo de edad.

"En Estados Unidos, los sesgos endogrupales en las citas se encuentran entre muchos grupos raciales, incluidos los blancos, los negros, los latinos y los asiáticos", escribe Wu.

Esto está motivado por muchos factores diferentes, incluido el deseo de aprobación en las redes sociales, las percepciones de similitud y la atracción física.

Pero Wu explica que esto reduce significativamente el grupo de posibilidades de encontrar pareja y aumenta la probabilidad de que las parejas románticas tengan características similares.

Es más, los estudios han demostrado que las personas se sienten atraídas por las "morfosis" de sus propios rostros.

En un experimento, la forma que resultó más atractiva para los participantes contenía el 22% de sus propios rasgos faciales, aunque no podían reconocer conscientemente su propio rostro en la imagen.

Esto sugiere otra razón clave por la que las personas eligen parejas que se parecen a ellas: el egoísmo implícito. Esto se refiere a la tendencia humana a favorecer inconscientemente cosas que son similares a uno mismo.

La gente también prefiere parejas que se parezcan a ellos debido al efecto de familiaridad, según Wu.

"Cuando nos exponemos a un estímulo en particular una y otra vez, tendemos a gustarnos más debido a la facilidad de procesamiento. Para nuestro cerebro, fácil significa agradable", afirma.

Casi no hay nada más familiar que ver el propio rostro, por lo que tiene sentido que las personas se sientan atraídas por otras que tienen rasgos similares.

Pero además de buscar el propio rostro, las personas pueden buscar inconscientemente también los rostros de sus padres en sus potenciales parejas, dice la doctora Wu.

Esto se denomina impronta sexual. Las investigaciones han demostrado que desde una edad temprana, los niños comienzan a asociar a sus padres con el aspecto que debería tener una pareja deseable, explica Wu.

Pero no todo el mundo prefiere una pareja que se parezca a sus padres. La cercanía emocional que uno tiene con su madre y su padre determina la atracción que siente por otras personas que tienen rasgos similares a los de sus padres, dice la investigadora.

No todo es cuestión del rostro. Muchas personas buscan parejas cuyo tipo de cuerpo coincida con el suyo. Los estudios han descubierto que los cónyuges tienden a tener índices de masa corporal, pesos y alturas similares, aunque cuando se trata de IMC, peso y condición física, las similitudes también pueden deberse a factores de estilo de vida, señala Wu.

Todo esto contradice el viejo dicho de que 'los polos opuestos se atraen'. Según los expertos, resulta que hay muy pocas investigaciones que sugieran que esto haya sido así.

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