La relación entre la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y Arabia Saudí con la Supercopa todavía tiene mucho camino por recorrer. El ente federativo prevé ampliar el contrato otros cinco años más con el fin de que la competición se celebre en este país hasta 2034, pero también modificar el reparto de los ingreso para que reciban más los clubes participantes, en particular, los de menor entidad.
El presidente de la RFEF, Rafael Louzán, anticipó esta propuesta a los medios en una conversación informal en la recepción en la víspera de la final de la Supercopa en la ciudad saudí de Yeda, la primera en la que ejerce como anfitrión tras su elección al frente del ente federativo el pasado 16 de diciembre.
Louzán había anticipado su deseo de mantener el actual contrato de la Supercopa, firmado por el expresidente Luis Rubiales hasta 2029, pero su intención es estirarlo hasta 2034, cuando Arabia Saudí será sede del Mundial de fútbol, cuatro años después de que lo organice España, Portugal y Marruecos.
Con este fin, ya ha entablado contactos con las autoridades saudíes con el propósito de llegar a un nuevo acuerdo. En su discurso en la recepción, Louzán defendió "ir de la mano" con Arabia Saudí. "Sus éxitos serán los nuestros", subrayó.
De acuerdo con el actual contrato, la RFEF se embolsa 40 millones de euros, de los que la mitad van a los clubes participantes y la otra, a las arcas federativas.
Ante las quejas de Athletic Club y del Mallorca, como las de otros clubes en ediciones anteriores, por el hecho de que los cuatro participantes no reciben la misma cantidad, puesto que el Real Madrid y el Barcelona obtienen un mínimo de seis millones, Louzán se ha comprometido a abrir una negociación antes de la edición del próximo año
Entre sus planes más inmediatos, están cerrar la renovación del contrato del seleccionador, Luis de la Fuente, antes de fin de enero, después de que quedara pendiente con la gestora que estuvo al frente de la RFEF hasta que se celebraron las elecciones.
Louzán ha reafirmado además su compromiso de encontrar una solución para que Valencia pase a ser sede del Mundial de 2030 que España organizará con Portugal y Marruecos, después de que se quedara fuera de la lista de once estadios que acogerán partidos.
El mensaje del mandatario federativo llega después de que este viernes se reanudaran las obras del Nou Mestalla de la capital valenciana tras un parón de casi dieciséis años y con un nuevo proyecto que incluye una cubierta para sus más de setenta mil asientos, con plazo de fin de los trabajos fijado en julio de 2027.
