El Atlético de Madrid se encuentra en su mejor momento. Tras un inicio de temporada cuestionado, Simeone ha dado con la tecla y todas las piezas del puzle rojiblanco ya parecen encajar a la perfección. El mejor Griezmann está de vuelta, la araña Julián Álvarez reparte picotazos, se ven destellos de una solidez defensiva olvidada años atrás...
Estas ilusionantes cifras para los aficionados del Atleti no son casualidad. Después de un año con un notable bajón y entre rumores de una posible marcha a la MLS, Antoine Griezmann vuelve a ser el que era, a dirigir el juego rojiblanco y ha asumido su labor de marcar en momentos decisivos, como el 4-3 frente al Sevilla en el último suspiro.
A esos goles del Principito hay que sumar la explosión de Julián Álvarez. La araña tardó cinco partidos en picar con la camiseta del Atlético de Madrid, pero pocos rivales son ya los que se quedan sin probar de su veneno. El argentino suma 12 tantos, solo uno de ellos de penalti, unos goles que están haciendo olvidar la poca efectividad que sin embargo está mostrando su compañero Sorloth en los últimos partidos.
Otra de las piezas destacadas del puzle del Atlético de Madrid en esta temporada es la irrupción de Giuliano Simeone. El futbolista de 21 años partía como el quinto delantero en la plantilla. Incluso se rumoreó que formaría parte de ella para cubrir la marcha de Samu Omorodion. Ahora, meses después, su compromiso en el terreno de juego le ha hecho fijo en la banda derecha, ya sea como extremo o como carrilero, una posición muy diferente a sus inicios.
La efectividad ofensiva de este Atleti, con 21 goles en los últimos cinco partidos, se complementa con una zaga defensiva cuya solidez ya empieza a hacer olvidar el gran problema de las temporadas pasadas.
Aunque el Atlético de Madrid sigue encajando más de lo que acostumbraron las primeras plantillas de Simeone en esta aventura, lo cierto es que esa debilidad se está haciendo olvidar con la continuidad de Giménez, sin lesiones, y un Lenglet cuya forma es mejor de la que se esperaba cuando el FC Barcelona se deshizo de él en verano.
Junto a los dos centrales, Javi Galán, en la rampa de salida en agosto, se ha ganado un puesto en el lateral izquierdo, el hueco que le da muchos dolores de cabeza a Simeone desde hace años. Aunque en algunos momentos deja lagunas, las internadas del extremeño han permitido también un juego más ofensivo por su banda.
Bajo palos, Jan Oblak está recuperando su estado de forma más óptimo. Salvo el encuentro ante el Sevilla en el que el conjunto hispalense llegó a ponerse 1-3 por delante, el esloveno está más seguro y con confianza defendiendo la portería rojiblanca. Hasta ahora solo ha recibido 11 goles en 15 partidos de liga, unas estadísticas, eso sí, empañadas por dos abultadas derrotas en Champions.
El conjunto colchonero disfrutó ante el Slovan de Bratislava de su décima victoria consecutiva, una cifra que deja ver el estado de felicidad que se respira en el equipo. Está a solo tres triunfos de su mejor marca de la historia, cuando en 2012, ya con Simeone, llegaron a trece.
Es una racha histórica para el Atlético de Madrid porque, además, es la primera vez desde los años 50 que encadena cinco partidos marcando tres o más goles: seis contra el Praga, cinco al Valladolid, tres ante el Cacereño en Copa del Rey, cuatro para remontar al Sevilla y los tres de este miércoles frente el Slovan Bratislava.
A las puertas del 2025, los colchoneros aspiran a todos los títulos. En LaLiga van terceros, a solo tres puntos del FC Barcelona, líder actual de la competición, pero con un partido menos y a punto de enfrentarse a ellos.
Tras empezar perdiendo contra el Cacereño en la segunda ronda de Copa del Rey, los de Simeone se juegan su pase a octavos de final frente al Marbella. Y en Champions dependen de sí mismos para ser uno de los ocho primeros de la fase liga, a pesar de arrancar con abultadas derrotas frente a Benfica (4-0) y Lille (1-3).